Durante su participación en el 2º Congreso Aecoc de Smart Distribution, Rallo dijo que “hay una petición clamorosa para crear un marco normativo homogéneo para las condiciones de acceso a los núcleos urbanos y a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de los municipios, por lo que veremos qué se puede plantear en este sentido respetando el marco competencial de las ciudades”.

En este mismo sentido, la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), Valvanera María Ulargui, precisó que estas pautas para unificar las normas de acceso ya están en fase de consulta.

“Existen denominadores comunes para las ciudades, como el dimensionamiento de las ZBE o la gestión del transporte de mercancías y de última milla, que son necesarios para crear un ecosistema urbano que funcione”, indicó.

Ulargui animó a asociaciones y empresas a cooperar con la Administración para avanzar en esta armonización normativa que tendrá presente que “cada ciudad tiene sus peculiaridades”.
La Ley de Cambio Climático y Transición Energética obliga a que las ciudades creen ZBE antes de 2023.

LOGÍSTICA DESCARBONIZADA

Más allá de la regulación, las responsables ministeriales coincidieron en apuntar a la descarbonización, la seguridad vial y la digitalización como los ejes estratégicos para el futuro de la distribución urbana de mercancías.

“El Ministerio de Transportes está evolucionando de la gestión de infraestructuras a dar respuesta a las necesidades de movilidad de ciudadanos y empresas”, comentó Rallo, quien destacó el papel que juegan instrumentos como la Ley de Movilidad sostenible, el Plan de Recuperación -que acelerará las inversiones destinadas al impulso de la logística sostenible y digital- y el Plan Impulsa, que prevé ayudas para avanzar hacia la descarbonización del transporte de mercancías por carretera.

Por su parte, la directora general de Cambio Climático subrayó el papel que juegan las ciudades en este proceso. “El 80% de la población vive en núcleos urbanos, que es donde se generan más del 70% de las emisiones”. Por ello, todas las inversiones previstas en el Plan de Recuperación serán en clave verde y digital. “El 40% de estas inversiones irán a políticas y legislaciones del ámbito de cambio climático, pero todas tendrán que ser coherentes con el principio de daño no significativo, que implica la protección de nuestros recursos naturales”.