Así lo indicó durante este encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el que señaló que dicho proceso de destrucción de empleos por la incorporación de la automatización “ya estaba ahí”, y que solamente el 7% de esos 3,5 millones de empleos que se verán afectados por la automatización se han visto acelerados por la pandemia en su destrucción.

En este sentido, Beltrán resaltó que el aprovechamiento de las nuevas tecnologías y el proceso de digitalización acelerado por la pandemia y los fondos europeos puede llevar a un incremento de la riqueza y la productividad, pero advirtió sobre la desigualdad que puede acarrear, ya que el 54% de los empleos afectados por la automatización son de trabajadores con bajos ingresos y también otro 54% de los empleos afectados son de mujeres.

Para el presidente de McKinsey, los últimos meses han sido “muy intensos” debido a que “ha habido una aceleración” de elementos de los que “ya se venía hablando” antes de la pandemia de Covid-19, como la digitalización y la sostenibilidad.

Por ello, subrayó que todo el periodo de pandemia ha sido “bastante intenso desde el punto de vista de la innovación”, además de en lo relativo a la organización de las empresas y la aplicación del teletrabajo.

TELETRABAJO

A este respecto, aseguró que “el modelo híbrido” que aúna teletrabajo con trabajo en oficina “está aquí para quedarse”, aprovechando las cuestiones positivas de cada modalidad, como la flexibilidad y el ahorre en desplazamientos del teletrabajo y la mejor comunicación y el refuerzo de las redes en el presencial.

Así, Beltrán apuntó que el 20% de la fuerza mundial laboral va a tener que trabajar fuera de la oficina y que en España dicho porcentaje será del 18%, en los que los puestos de trabajo del país podrían hacerse entre tres y cinco días en oficina. Asimismo, indicó que sólo el 63% de los puestos de trabajo en España podrán ser fuera de la oficina “si queremos mantener la eficacia”, aunque añadió que “la productividad y la satisfacción de los clientes durante la pandemia ha subido”.

En cuanto al modelo híbrido de teletrabajo y trabajo presencial, Beltrán señaló que “hay mucha confusión” todavía en las empresas sobre su implantación, de manera que “sólo hay un 33% de compañías que tienen muy claro cuál va a ser ese modelo híbrido y sólo 10% lo han comunicado”, mientras que en otro 33% de las compañías “todavía no tienen consenso”.

Por ello, afirmó que el modelo híbrido “se irá ajustando a medida que vayamos avanzando”, porque “aún falta mucho” y “va a ser muy diferente por compañías, por industrias y naturaleza del trabajo”.

Por otro lado, preguntado por cuáles serán los perfiles laborales más demandados en el futuro, el presidente de McKinsey señaló que hasta el 25% de los trabajadores en el mundo “va a tener que buscar ocupaciones distintas”, bajando este porcentaje al 20% en España, y que estará relacionado con las industrias de la sanidad, la ciencia y la tecnología o el apoyo legal y profesional, mientras que industrias como las de apoyo en tareas de oficina, agricultura o restauración podrían verse más afectadas por la destrucción de empleo.

En concreto, la consultora calcula que industrias de servicios profesionales, científicos y técnicos crearán más de 700.000 puestos de trabajo netos, cifra a la que se acercan sanidad y asistencia social, mientras que también la construcción y la industria manufacturera tendrá un saldo positivo de creación de empleos.

Por el contrario, industrias con mayor destrucción de empleo en España, apuntó Beltrán, serán las de gestión de máquinas, industria textil, personal de seguridad privada, limpieza de oficinas y hoteles, o personal de apoyo a las oficinas.