Mercado de valores

El indicador de estrés de los mercados de la CNMV entró en riesgo medio a finales de julio

MADRID
SERVIMEDIA

El indicador de estrés de los mercados de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) entró en riesgo medio a finales del mes de julio, al alcanzar el 0,29.

Según la información publicada este jueves por laCNMV, desde finales de abril este indicador osciló entre 0,19 y 0,29. El grado de correlación del sistema continúa en niveles muy elevados, similares a los de julio de 2020.

A este respecto, explica que los rebrotes de volatilidad en algunos segmentos, que llevaron al indicador cerca del umbral que separa el riesgo bajo del medio (0,27), acabaron por hacer sobrepasar ese límite a finales de julio (0,29).

Lo más destacable es el descenso del nivel de estrés del segmento de intermediarios financieros y el mantenimiento de un nivel alto en la correlación del sistema.

Los mercados financieros nacionales de renta variable prolongaron la tendencia al alza de las cotizaciones durante buena parte del segundo trimestre del año hasta mediados de junio, cuando el temor a la expansión de las nuevas variantes del virus y la posibilidad de establecimiento de nuevas restricciones a la movilidad en algunas regiones europeas dieron lugar a caídas en los precios de las acciones.

Los riesgos de carácter financiero más relevantes continúan siendo los de mercado y los de liquidez, sobre todo en determinados activos de renta fija. Los indicadores parciales de riesgo de crédito no revelan, por el momento, un deterioro significativo del mismo aunque la erosión del negocio de muchas compañías a lo largo de los últimos meses así como la finalización progresiva de las medidas de soporte adoptadas por la Administración (avales, moratorias y ayudas directas) hacen necesario una evaluación continua del mismo.

A corto plazo los desencadenantes más importantes de estos riesgos estarían relacionados con informaciones que tengan una repercusión negativa en el crecimiento económico, mientras que a medio y largo plazo estarían asociados a otro tipo de vulnerabilidades entre las que sobresale la sostenibilidad de la deuda.

Dentro de las fuentes de riesgo más relevantes en términos de estabilidad financiera continúan destacando aquellas relacionadas con la evolución de la pandemia, que se ve favorecida por el avance del proceso de vacunación y perjudicada por la aparición de nuevas cepas, hechos que impactan directamente sobre las expectativas de la actividad económica.

Por su parte, las incertidumbres políticas de carácter internacional continúan reduciéndose de forma paulatina mientras que se mantienen las de carácter interno. También continúan los riesgos relacionados con la ciberseguridad, cuya importancia ha aumentado más, si cabe, como consecuencia de la intensificación de las actividades no presenciales en el contexto de la pandemia.

(SERVIMEDIA)
05 Ago 2021
JBM/man