Lo hizo después de que el Ministerio de Derechos Sociales y las consejerías autonómicas del ramo hayan acordado los criterios mínimos que deberán cumplir en un futuro las residencias de mayores.

De este modo, Satse trasladó a Belarra la “urgente necesidad” de solucionar los “distintos problemas y deficiencias” que sufren las residencias de ancianos y que “repercuten directamente en la atención y cuidados que reciben todos sus residentes”.

El sindicato recordó sus históricas reivindicaciones para la puesta en marcha de una serie de medidas y actuaciones que garanticen una asistencia y cuidados “seguros y de calidad” a un colectivo “especialmente vulnerable y frágil”, como el de las personas mayores, que presentan algún grado de dependencia, cuadros clínicos pluripatológicos y enfermedades crónicas en el 80% de los casos.

En ese sentido, denunció la “infradotación” de las plantillas de enfermería y fisioterapia, lo que provoca que la media de personas mayores por cada profesional de este ámbito supere los 100-150 residentes, dándose el caso de centros con más de 200 personas por cada sanitario.

Esto le dio pie para reprochar las “condiciones laborales y retributivas muy precarias” que padecen estos profesionales, las cuales les abocan a “buscar nuevas oportunidades de trabajo en otros ámbitos asistenciales”.

Ante esta situación, propuso la puesta en marcha de un modelo en el que se garantice una “atención integral centrada en la persona en la que debe tener un papel fundamental la figura de un profesional de referencia capaz de desplegar un amplio abanico de competencias sanitarias, sociales y relacionales que garanticen la coordinación con los distintos miembros del equipo y con las familias”.

Por ello, consideró “muy necesario” la realización de “auditorías exhaustivas e independientes” en todos los centros sociosanitarios -públicos, privados o concertados-, cuyas conclusiones sean públicas, así como el establecimiento de protocolos y normas básicas de obligado cumplimiento en aspectos tales como la atención sanitaria y cuidados, higiene, alimentación, ocio y tiempo libre, ejercicio y apoyo psicológico de los mayores residentes.

El sindicato también reclamó la creación de un órgano de coordinación entre los sistemas sanitario y social que se encargue de planificar conjuntamente los cuidados de larga duración, el desarrollo de un sistema integrado de información, el control de la calidad de las prestaciones y la definición de una serie de protocolos a seguir en casos de crisis sanitarias como la provocada por la pandemia del coronavirus.

Por último, Satse se ofreció a “participar activamente” en la definición del futuro modelo para los centros sociosanitarios en España con el objetivo de “poder garantizar la mejor atención y cuidados posibles a las personas mayores”.