Así se pronunció el portavoz de este colectivo, Lorenzo Armenteros, en una entrevista en Onda Cero recogida por Servimedia, en un momento en el que se está debatiendo decretar la vacunación obligatoria del personal sanitario y de quienes trabajan en residencias para personas mayores.

En ese sentido, el portavoz de la SEMG dejó claro que “la población no vacunada del personal sanitario es mínima”, lo que ha permitido que España cuente con un “nivel elevado de vacunaciones” entre sus médicos y enfermeras.

A pesar de ello, reconoció que “se podría utilizar lo que se hace en otro tipo de vacunaciones: poner como requisito la vacunación para la entrada laboral en el sistema sanitario o entradas en residencias”.

Esto le permitió atestiguar que la vacunación “debe formar parte de nuestra ética profesional”, ya que, “estando vacunados nos protegemos a nosotros y protegemos a los demás”.

El portavoz de la SEMG destacó que “la decisión de la obligatoriedad de la vacunación es más política, nosotros nos debemos a nuestra ética profesional”, por lo que “no podemos ser vínculo de la enfermedad”.

Respecto de la posibilidad de que en España se exija disponer del pasaporte Covid para acceder a espacios cerrados y de ocio, consideró esta opción como una “garantía”, ya que, “si uno de los focos son reuniones en lugares públicos, lógicamente se debería necesitar una seguridad”.

A pesar de definir este tipo de medidas como “necesarias y beneficiosas”, apeló a la prudencia al poder chocar frontalmente su aplicación con “el campo de las libertades individuales”.

QUINTA OLA

Lorenzo Armenteros también se refirió al impacto de la quinta ola en la Atención Primaria. Lo hizo arguyendo que “se nota la mejoría en los centros de salud, pero de una forma más lenta de lo que indican los datos”.

A su vez, explicó que se aprecia que “se va reduciendo la presión en las consultas” en un momento de la transmisión en que “se ha tensionado más la Atención Primaria que en los hospitales”.

Señaló que “en la población de 12 a 20 años los contagios siguen siendo altos” y expuso que “la sintomatología está siendo mucho menor en general”, de una duración que oscila entre los dos y los tres días, siendo la mayoría de los casos asintomáticos y descubiertos por “contactos directos”.

En caso de aparecer síntomas, dijo, “siguen siendo los mismos: manifestaciones respiratorias, estomacales, musculares, cansancio”.

Ante esta situación, llamó a aprender de las decisiones tomadas en el pasado, ya que “cada una de las desescaladas ha provocado una nueva oleada. La desescalada debe ser paralela al incremento de vacunación”.

Por otro lado, afirmó que la evidencia indica lo necesario de vacunar a las embarazadas, un proceso que debe llevarse a cabo teniendo en cuenta su edad.

Por último, alertó de que el Covid persistente aparece en el “10-15% de las personas” que se contagian, pudiendo afectar a “cualquier parte de nuestro organismo, desde el pelo hasta las uñas”.

Comentó que quienes sufren Covid persistente son mayoritariamente mujeres de 35 a 45 años, y transmitió que “uno de los mayores problemas” es que esta enfermedad sea reconocida como tal, puesto que “invalida a los pacientes para hacer su vida normal”.

A pesar de ello, dejó caer que está habiendo “dificultades” para lograrlo por “el sistema que tiene nuestro país en sanidad: 17 comunidades con 17 sistemas sanitarios distintos”.