“Según la información que dichas multinacionales están facilitando sobre cómo van a llevar a cabo el cumplimiento de dicha ley, están planteando alternativas que, lejos de mejorar, podrían incluso empeorar más aún sus actuales condiciones económicas y sociales”, alertó Fenadismer. No en vano, algunas firmas han optado por subcontratar a los empleados o contratar a solo una parte de ellos y otras se plantean, incluso, dejar el país.

A su juicio, la fórmula de las cooperativas puede mejorar su situación, al integrar a los riders en una estructura de comercialización y apoyo por las que preservarían condiciones laborales “dignas” a la vez que mantienen su independencia y flexibilidad organizativa, prestando sus servicios de forma directa a las empresas de ‘delivery’.

El sector del reparto a domicilio ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años, gracias a la ampliación de la presencia geográfica de dichas plataformas de ‘delivery’ y el empuje con el confinamiento por la pandemia. Conforme a los datos manejados por Fenadismer, tienen en la actualidad más de 4,7 millones de clientes finales en toda España y en el último año han gestionado más de 36 millones de pedidos.

Las restricciones a la movilidad han provocado, además, que el servicio de entrega a domicilio haya pasado desde la restauración a otras categorías de establecimientos de venta al por menor como farmacias y parafarmacias, ferreterías, papelerías, estaciones de servicio, mercados locales y otros.

Según estimaciones del sector, en la actualidad existen en España en torno a 29.500 repartidores que prestan sus servicios para las plataformas de ‘delivery’. En su mayoría son hombres (un 87%) y jóvenes (el 40% tiene entre 29 y 39 años), de origen latinoamericano (un 64% del total) y con una retribución bruta mensual media de en torno a 1.300 euros.