FIESTA NACIONAL. LOS REYES PRESIDEN UN DESFILE CUYA NOTA DOMINANTE FUE EL SOLAPAMIENTO DE LOS PASES AÉREO Y TERRESTRE

- Zapatero escuchó constantes gritos de "dimisión" y "embustero"

MADRID
SERVIMEDIA

Los Reyes presidieron hoy la parada militar conmemorativa del día de la Fiesta Nacional, en la que, como novedad, se alternaron el desfile en tierra con el pase aéreo de las aeronaves en el madrileño Paseo de la Castellana, lo que al final produjo un solapamiento de ambos.

Este año, además de cambiar de ubicación por las obras en la Plaza de Colón, el desfile alternó el pase aéreo con parte del terrestre, llegándose a solapar. Esto provocó que el Rey, que preside el mismo como capitán general de las Fuerzas Armadas, no supiese hacia donde dirigir el saludo.

A la vez que la agrupación acorazada mostraba parte de su arsenal en la calle, el Ejército del Aire enseñaba su material aéreo. Se ahondó en este desconcierto ya que, el lateral más próximo al Estadio Santiago Bernabéu, frente a la tribunal principal, no veía el sobrevuelo de las aeronaves.

Según constaba en el programa, el desfile se iniciaba con los veteranos y la Unidad Militar de Emergencias (UME) y una compañía de la Guardia Civil.

Le seguía la Agrupación Acorazada-Mecanizada con los carros de combate de la Brigada de Infantería Acorazada 'Guadarrama XII', de la Brigada de Caballería "Castillejos II", del Tercio de Armada de Infantería de Marina, de Artillería Autopropulsada, Zapadores y Agrupación de Transporte.

Y, a continuación, el desfile aéreo con los los aviones de combate 'F-18',"'Mirage F-1", "F-5" y "Eurofigther", que concluía, tras la pasada de aeronaves de la Armada y de Tierra, con la Patrulla Águila.

Pero en esta parte se solaparon porque, según fuentes militares consultadas, los aviones van "cronometrados en formación" desde que parten de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) y cualquier retraso en tierra provoca esta descoordinación.

Una vez que los aviones de la Patrulla Águila dibujaron en el cielo los colores de la enseña nacional, marcando el fin del desfile aéreo, comenzó la agrupación a pie. El cierre de esta parte lo marcó el característico paso de los legionarios, 160 por minuto, y de los regulares, más lento, a 90 por minuto.

El público presente, sobre todo los familiares instalados en la tribuna de autoridades, no pararon de aplaudir a los militares que desfilaban. Los efectivos de la Guardia Civil, legionarios y regulares fueron los que más vítores se llevaron.

"PITOS" Y "VASCOS"

Como cada año, los aplausos a los Reyes y la Familia Real con "Vivas a España" se mezclaron con los "pitos" y gritos de "Zapatero dimisión" y "Zapatero embustero" al jefe del Ejecutivo, por parte del público presente en todo el Paseo de la Castellana.

El público congregado en el eje madrileño guardó sendos silencios cuando se homenajeó a los caídos o sonó el himno nacional con la entrada y salida de la bandera, aunque en el resto del desfile mantuvieron una actitud festiva pero de protesta a Rodríguez Zaptero cada vez que aparecía en las pantallas gigantes.

El Rey, junto con el el presidente del Gobierno, el del Congreso y el del Senado, rindieron homenaje a los caídos en acto de servicio acompañados por 38 de sus familiares, a los que el Monarca mostró sus condolencias personalmente.

Este año, al desfile han asisitido 14 de los 17 ministros del Gobierno; faltaron José Blanco, Miguel Sebastián y Francisco Caamaño, y diez presidentes autonómicos, incluidos los presidentes de Ceuta y Melilla, Juan Jesús Vivas y Juan José Imbroda.

Junto a ellos, también estuvo presente el consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares y la presidenta del Parlamento Vasco, Arantxa Quiroga, siendo la primera representación del Ejecutivo vasco en este acto en la democracia.

La tribuna principal del desfile también presentó formato nuevo y estaba acristalada en los laterales. En ella, la Familia Real y las máximas autoridades del Estado y del Gobierno intentaron con abanicos, algunas, aguantar el calor.

A cada uno de los lados, las únicas tribunas que había eran para autoridades autonómicas y resto de representación política y, en frente, la de diplomáticos y militares. En esta ocasión, no se instalaron tribunas para invitados y la de prensa se situó escorada a la izquierda de la principal con una visión reducida del desfile y de las autoridades presentes.

(SERVIMEDIA)
12 Oct 2009
MML/GFM