“Entendemos la urgencia de este momento y estamos preparados para ayudar”, comentó Roseval Supreme, director de Acción contra el Hambre en Haití. “El terremoto del sábado mató a más de 1.400 personas e hirió a muchas más. Miles de casas y edificios, incluyendo instalaciones médicas, iglesias y escuelas fueron destruidos. Ahora, mientras lloramos la pérdida de nuestros conciudadanos, nos enfrentamos a la amenaza de inundaciones y corrimientos de tierra como consecuencia de la tormenta tropical Grace”.

En esta línea, la organización recordó que Haití es un país muy vulnerable a las catástrofes naturales de todo tipo, pues hace unos días “llegó el desastre” a causa de un terremoto y ahora sufren las consecuencias de la Tormenta Grace. Así, la organización resaltó que la amenaza, por tanto, será también sanitaria, y calificó de “reto clave para proteger a la población” la prevención de enfermedades y de nuevos brotes infecciosos.

“Para empezar, nuestra respuesta de emergencia dará prioridad a la mejora del acceso al agua potable y al saneamiento seguro para prevenir brotes de enfermedades, y a la distribución de suministros de nutrición, higiene y otros que pueden salvar vidas”, subrayó Roseval.

Los sucesivos desastres y golpes afectan físicamente a las familias del país, pero también causan un alarmante daño psicológico. “Proporcionaremos apoyo en materia de salud mental a los miembros de la comunidad y a los trabajadores de primera línea, ya que está claro que este acontecimiento ha traumatizado de nuevo a muchas personas que vivieron la devastación del terremoto de 2010”, añadió el responsable de Acción contra el Hambre en Haití.