Según informó Cultura este martes, los trabajos, realizados en colaboración con la Junta de Extremadura, se ha centrado este verano en una actuación de conservación orientada a evitar la erosión que puedan provocar en el sustrato sobre el que se asientan los ortostatos la afluencia masiva de público y las corrientes de agua del pantano.

Para ello, se ha llevado a cabo una consolidación consistente en el relleno con áridos de la zona, la colocación de una malla que evite el arrastre y una cobertura con gravilla.

A su vez, el departamento que dirige Miquel Iceta ha puesto en marcha una campaña de recuperación de algunos bienes que se encontraban ubicados en diferentes puntos del embalse y ha trabajado en la documentación de las estructuras de época romana del yacimiento de Augustóbriga, que han aparecido por la bajada del agua.