Así lo señaló este martes Bruselas en un comunicado, en el que recordó que el 15 de agosto, los talibanes recuperaron el poder en Afganistán, lo que provocó una crisis en el país asiático, y empujó a un gran número de personas a tratar de salir de allí.

Junto a las preocupaciones humanitarias sobre la situación en el país, la dramática retirada de las fuerzas de la OTAN de Afganistán el mes pasado, también desató las discusiones sobre la política de defensa común y la autonomía estratégica de la Unión Europea en crisis de esta magnitud.

Desde la propuesta de establecer una sede diplomática común en Kabul hasta la creación de una Fuerza de Acción Rápida comunitaria con 5.000 efectivos, el debate entre los titulares de Defensa del club comunitario dejó en el aire qué medidas adoptar, tras la reunión informal celebrada en Eslovenia la semana pasada.

Ahora, bajo el liderazgo de Charles Fries, subsecretario general de Seguridad Común y Política de Defensa del Servicio Europeo de Acción Exterior, los eurodiputados evaluarán los resultados de la reunión informal celebrada el 1 y 2 de septiembre, en la que España reclamó no dejar abandonados a los colaboradores afganos que no pudieron salir, y todos los participantes subrayaron la importancia de que Afganistán no vuelva a convertirse en foco internacional del terrorismo.