La organización recuerda que las medidas establecidas hasta el momento han implicado el establecimiento de bonificaciones y reducciones en las cuotas a la Seguridad Social para los trabajadores autónomos, con carácter general, durante los dos primeros años de vida del negocio.

Upta califica de “desastre” esta política de la ‘Tarifa Plana’ por “la escasa pervivencia de los negocios de sus beneficiarios, que apenas llegan al 17% después del segundo año de vida”. Así, apuesta por el desarrollo de un sistema que garantice que “detrás de cada beneficiario se encuentre un proyecto de negocio real, evitando así ‘aventuras’ de emprendimiento abocadas al fracaso”.

Por ello, la organización sindical cree que los beneficiarios de las ayudas deberían acreditar que pueden realizar “la inversión necesaria para un correcto desarrollo del negocio, y que, además, sirva para cubrir parte de la cuota a la Seguridad Social”.

Upta apuesta porque se conceda una ayuda a fondo perdido por importe de entre 4.050 y 9.600 euros destinada a personas que no estén en desempleo o que no reciban esta prestación y decidan iniciar una actividad económica.

Así, el 50% del importe estaría destinado a “financiar la inversión necesaria para el inicio de la actividad” y la otra mitad a “sufragar las cuotas a la Seguridad Social” de los trabajadores autónomos –en caso de no necesitar inversión, la totalidad de la ayuda se destinaría a esta partida-.

La dotación máxima de la ayuda (9.600 euros) estaría destinada a personas con discapacidad igual o superior al 33%, mientras que los hombres o mujeres de hasta 35 años recibirían 5.000 euros. Upta considera también que esta propuesta “contribuye a combatir la figura del falso autónomo que ha surgido desde la entrada en vigor de la ‘Tarifa Plana’”.

Además, la organización de autónomos apuesta por garantizar que los “trabajadores por cuenta ajena que decidan emprender compatibilizando el cobro de su prestación por desempleo, más allá de los nueve meses legalmente establecidos, no pierdan el desempleo acumulado excedente, y se realice un trasvase para una futura prestación por cese de actividad”.

“Resulta del todo necesario invertir en empleo autónomo solvente, vinculando las ayudas al inicio de actividad económica por cuenta propia a la realidad y viabilidad de las actividades de negocio, evitando aventuras de emprendimiento abocadas al fracaso una vez se agoten los periodos de bonificación, y fomentando la detección de oportunidades de negocio, más que el emprendimiento por mera necesidad”, apostilló Upta.