En cuanto a las ratios, la propuesta contempla un mínimo de 18 psiquiatras, 18 psicólogas y psicólogos clínicos y 23 enfermeros y enfermeras especialistas de salud mental por cada 100.000 habitantes, y aparejados a ello van unos tiempos máximos de acceso a los servicios de salud mental.

Entre las medidas para la prevención del suicidio, se incluye el establecimiento de una línea telefónica gratuita de atención, el seguimiento a las personas con tentativa suicida y el establecimiento de protocolos de prevención e identificación precoz para grupos vulnerables.

Asimismo, prevé impartir formación especializada en la materia para personal sanitario, servicios de urgencia, bomberos, policía, protección civil, medios de comunicación, centros docentes y funcionarios de justicia.