Yihadismo

Amnistía Internacional alerta del reclutamiento de menores por grupos armados en el Sahel

Madrid
SERVIMEDIA

Amnistía Internacional denunció este lunes que “un creciente número” de menores sufren víctimas de homicidio y reclutamiento por parte de grupos armados en los conflictos que acontecen en la frente de Níger con Mali y Burkina Faso.

Así consta el informe ‘I Have Nothing Left Except Myselft: The Worsening Impact on Children of Conflict in the Tillabéri Region of Niger’, un trabajo que documenta las devastadores consecuencias que está teniendo para los menores el conflicto en Níger, en el que están implicados los grupos terroristas Estado Islámico en el Gran Sahara y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, afiliado a Al Qaeda.

Estos grupos, según Amnistía Internacional, se caracterizan por haber llevado a cabo crímenes de guerra y otros abusos, como el asesinato de civiles, ataques contra escuelas, secuestros de mujeres, a quienes también se les prohíbe salir de sus hogares, y matrimonios forzados con combatientes, lo que ha traumatizado a muchos chavales.

En ese sentido, el director adjunto de Respuesta a las Crisis para Cuestiones Temáticas de Amnistía Internacional, Matt Wells, alertó de que “toda una generación de la región nigerina de Tillabery está creciendo rodeada de muerte y destrucción”, y subrayó que “los grupos armados han atacado repetidamente las escuelas y reservas de alimentos, y tratan de reclutar a menores”.

La organización también acusó a las autoridades de Níger de no proteger a la población civil, como lo atestiguan los testimonios de testigos de los ataques, los cuales ponen de manifiesto que, a pesar de los llamamientos urgentes, las Fuerzas de Defensa y Seguridad del país no aparecen hasta que los homicidios y los saqueos se han consumado.

Por todo ello, definió la situación en Níger como la propia de un “conflicto armado no internacional, habida cuenta de la intensidad de la violencia y del grado de organización tanto del Estado Islámico en el Gran Sahara como del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes”.

Esto le sirvió para exponer que, según datos de la organización Armed Conflict Location & Event Data Project, la violencia contra los civiles ha causado 544 muertes vinculadas con el conflicto entre el 1 de enero y el 29 de julio de 2021, cifra que ya supera los 397 fallecimientos atribuibles a esta causa el año pasado.

A su vez, los grupos armados han matado a más de 60 niños y niñas en la zona de la triple frontera en 2021, siendo el Estado Islámico en el Gran Sahara, que opera fundamentalmente en la zona fronteriza con Mali, el responsable de la mayoría de estos asesinatos.

RECLUTAMIENTO MENORES

Del mismo modo, el reclutamiento de menores por parte del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes ha aumentado significativamente este año en el departamento de Torodi, cerca de la frontera con Burkina Faso, donde testigos afirman que los terroristas han captado a chavales con edades comprendidas entre 15 y 17 años, e incluso más jóvenes, con la promesa de darles comida, dinero y ropa.

Según informes de Amnistía Internacional, los menores reclutados reciben formación en el manejo de armas durante periodos de tiempo que oscilan entre una semana y tres meses, siendo también utilizados como espías, exploradores y vigías.

En el marco de su rechazo a una educación que consideran “occidental”, estos dos grupos terroristas han incendiado escuelas (377 hasta junio de este año, privando a 31.000 menores de su acceso a la escolarización) y han amenazado al profesorado, lo que ha provocado el cierre generalizado de los centros escolares.

Por su parte, los grupos armados, según Amnistía Internacional, han saqueado los centros médicos, lo que ha causado que los índices de inmunización hayan caído, mientras que la incidencia de enfermedades como el sarampión vaya en aumento.

El Estado Islámico en el Gran Sáhara también ha quemado almacenes de grano y saqueado tiendas y ganado, dejando a las familias en la miseria y sin comida suficiente, y a los menores en riesgo de sufrir desnutrición y enfermedades relacionadas, provocando el consiguiente desplazamiento forzado de miles de personas y el vaciado de pueblos enteros por la falta de alimentos.

Ambos grupos imponen “tributos” periódicamente a las comunidades, cuyo pago es exigido mediante el uso de la violencia.

Todo ello, según Amnistía Internacional, ocasiona un “profundo impacto en la salud mental y el bienestar de los niños y niñas”, muy pocos de los cuales han recibido apoyo psicosocial.

“Níger está al borde del abismo. Las autoridades del país y sus socios internacionales tienen que adoptar medidas urgentes para garantizar que los niños y niñas están mejor preparados para labrarse un futuro”, concluyó Matt Wells.

(SERVIMEDIA)
13 Sep 2021
MST/gja