En rueda de prensa tras la Junta de Portavoces de la Cámara Baja, Asens puso en solfa lo “contradictorio” de que “quienes estaban pidiendo la máxima institucionalidad de la mesa sean quienes quieren mandar una delegación de partido”, en alusión a que Junts nombró como representantes a Jordi Sánchez, Jordi Turull y Míriam Nogueras, que no forman parte del Gobierno de coalición catalán.

“Es un error querer convertir la mesa de Gobiernos en una mesa de partidos”, desaprobó, antes de deslizar: “Parece que algunos estuvieran buscando excusas para hacer descarrillar la mesa. Es difícil empezar un dialogo con quien parece que quisiera dinamitarlo”. Por todo ello, concluyó: “Apoyamos la decisión del presidente de la Generalitat en este punto concreto y esperamos que se solucione y que se escoja a miembros del Gobierno, como ha hecho el Gobierno de España”.

Respecto a éste último, Asens alabó la “decisión valiente, con sentido de Estado” del presidente, Pedro Sánchez, de acudir a la reunión de mañana de la mesa, segunda tras la que tuvo lugar a finales de febrero de 2020, entonces con Quim Torra al frente de la Generalitat. “Manda un mensaje claro: este Gobierno se toma en serio el diálogo”.

“TENEMOS UNA OPORTUNIDAD”

El presidente de Unidas Podemos se mostró convencido de que “tenemos una oportunidad” y estableció un contraste con el “mucho tiempo de incomprensión” que se vivió durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Además, contradijo a los partidos de derecha al decir que la mesa no es ninguna humillación a España. “No es la mesa de la indignidad, es el momento de la política”, aseguró, rematando: “Miente quien diga que hay una alternativa al diálogo”.

Asens no quiso revelar cómo se gestó la presencia de Sánchez en la reunión de mañana, si intervino Unidas Podemos o no, y también separó el calendario de la mesa del de la negociación de los Presupuestos con ERC. Constató que “las temporalidades son distintas” y que la mesa irá “para largo”. “Intentaremos que sea así, porque hay muchos problemas, de difícil abordaje y solución”, reconoció, aunque sí barajó que, “si se crea un clima de entendimiento y confianza” entre los interlocutores, “es más fácil que haya otros acuerdos”, por ejemplo en las cuentas públicas.