Esto se debe a la destrucción de hogares, escuelas, instalaciones sanitarias y comunidades enteras debito al movimiento telúrico, según explicó la organización. En concreto, los sistemas sanitarios intentan hacer frente a las necesidades, con 12.000 personas heridas y un estimado de 82 centros de salud dañados o destruidos en las zonas más afectadas. Incluso algunas comunidades rurales siguen sin poder acceder a instalaciones sanitarias debido a los daños en las infraestructuras. De igual manera, recordó que la limitada capacidad de atención sanitaria presenta “elevados riesgos para la salud”, como la infección de heridas y el riesgo de tétanos.

Asimismo, explicó que la falta de servicios rutinarios de atención sanitaria ha aumentado el riesgo de muertes maternas y neonatales, ya que muchas salas de maternidad y cirugía no cumplen los criterios de seguridad para partos seguros. La capacidad de las autoridades sanitarias para prevenir, identificar y tratar la desnutrición también se ha visto debilitada por el terremoto.

En respuesta a este aumento de las necesidades, Unicef subrayó que continúa su labor para proporcionar medicamentos esenciales, suministros y equipos médicos, así como productos nutricionales.

En cuanto a la salud infantil y materna, señaló que está dando prioridad a la continuación de la atención primaria de salud para niños, niñas y mujeres, en coordinación con el Ministerio de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Otras intervenciones sanitarias que desarrollará la organización, son la ampliación de la cobertura de inmunización rutinaria para 35.000 niños y niñas, la identificación y el tratamiento para aquellos con desnutrición aguda, los programas de apoyo a la alimentación de lactantes y la prestación de servicios de atención materna, neonatal e infantil.

Unicef, también apoyará la reconstrucción y reparación de 30 hospitales y centros de atención primaria dañados, así como la capacitación de 3.000 empleados de centros de salud y trabajadores sanitarios de la comunidad en materia de prevención y control de infecciones (PCI).

Para todo ello, solicitó 73,3 millones de dólares con el fin de responder a las necesidades humanitarias. A este respecto añadió que lo recaudado ayudará a proporcionar apoyo “urgente” en materia de salud, educación, agua y saneamiento, nutrición y protección de la infancia, incluida la violencia de género, durante los próximos seis meses.