Clima y salud

Los desastres climáticos golpean a 139 millones de personas desde el estallido de la pandemia

- Según la Federación Internacional de Cruz Roja

MADRID
SERVIMEDIA

Los fenómenos meteorológicos extremos y la pandemia de la Covid-19 han afectado simultáneamente a 139,2 millones de personas en todo el mundo y otras 17.242 han perdido la vida por la combinación de ambas causas.

Así se recoge en un nuevo análisis de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), publicado este jueves y centrado en los impactos combinados de los fenómenos meteorológicos extremos y la Covid-19, pues muestra que personas en todo el mundo se enfrentan a múltiples crisis y vulnerables superpuestas.

La FICR, que es la mayor organización humanitaria del mundo, destaca la necesidad de abordar ambas crisis simultáneamente, ya que la pandemia ha afectado los medios de vida en todo el mundo y ha hecho que las comunidades sean más vulnerables a los riesgos climáticos, por lo que si se analizan conjuntamente se logrará una recuperación económica más resistente.

El informe indica que el clima extremo por inundaciones, sequías, tormentas e incendios forestales durante la pandemia ha afectado a 139,2 millones de personas -el equivalente a casi toda la población de Rusia- entre marzo de 2020 y el pasado 15 de agosto, principalmente en el África subsahariana (46,4 millones), el sur de Asia (42,4 millones) y Asia del este y el Pacífico (24,5 millones). Además, los desastres climáticos mataron a 17.242 personas, de ellas 6.782 en Europa y Asia central, 4.649 en el sur de Asia y 2.290 en Asia del este y el Pacífico.

Alrededor de 658,1 millones de personas vulnerables han estado expuestas a olas de calor, sobre todo en Asia del este y el Pacífico (188,1 millones), África subsahariana (134,3 millones) y Europa y Asia central (125,8 millones).

EPISODIO MÁS MORTÍFERO

El acontecimiento más mortífero (del que se dispone de datos) desde el impacto de la pandemia fue la ola de calor que afectó entre julio y septiembre de 2020 a Europa occidental, con más de 11.000 muertes en Alemania, Bélgica, Francia, Países Bajos, Suiza y Reino Unido. Esos episodios de temperaturas extremas constituyeron dos de los tres sucesos más mortíferos y cada una de ellas que se produce hoy es más probable y más intensa debido al cambio climático.

El presidente de la FICR, Francesco Rocca, apuntó que “el mundo se enfrenta a una crisis humanitaria sin precedentes en la que el cambio climático y la Covid-19 están llevando a las comunidades al límite”, y señaló que, pocas semanas antes de que se celebre la Cumbre del Clima en Glasgow (Reino Unido), los líderes mundiales deben tomar “medidas inmediatas no solo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también para abordar los impactos humanitarios existentes e inminentes del cambio climático”.

El informe llega un año después de un análisis inicial de los riesgos superpuestos de eventos climáticos extremos que ocurrieron durante la crisis del coronavirus. La pandemia continúa causando estragos, con impactos directos en la salud de millones de personas en todo el mundo, pero también un impacto indirecto masivo, en parte por las medidas de respuesta implementadas para contener la pandemia.

La inseguridad alimentaria causada por los fenómenos meteorológicos extremos se ha visto agravada por la Covid-19. Los sistemas de salud están llevados al límite y los más vulnerables han sido los más expuestos a choques superpuestos, según la FICR.

ALGUNOS PAÍSES

En Afganistán, los impactos de la sequía extrema se ven agravados por el conflicto y la Covid-19. La sequía ha paralizado la producción de alimentos agrícolas y disminuido el ganado, dejando a millones de personas hambrientas y desnutridas. La Sociedad de la Media Luna Roja Afgana ha intensificado la ayuda, incluida la asistencia alimentaria y en efectivo para que las personas compren alimentos, planten cultivos alimentarios resistentes a la sequía y protejan su ganado.

En Honduras, responder a los huracanes Eta e Iota durante la pandemia también significó desafíos adicionales. Miles de personas se quedaron sin hogar en refugios temporales. Las medidas antiCovid-19 en esos refugios requirieron distanciamiento físico y otras medidas de protección, que limitaron la capacidad.

En Kenia, los impactos de la Covid-19 se enlazan con inundaciones en un año y sequías en el próximo, así como con una plaga de langostas. Más de 2,1 millones de personas se enfrentan a una inseguridad alimentaria aguda en las zonas rurales y urbanas. En el país y en todo el este de África, las restricciones anticoronavirus ralentizaron la respuesta a las inundaciones y el alcance a las poblaciones afectadas aumentando sus vulnerabilidades.

La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto duradero en los riesgos climáticos, por lo que la FICR pide a los Gobiernos a comprometerse a invertir en la adaptación comunitaria, los sistemas de anticipación y los actores locales. “El gasto masivo en la recuperación de la Covid-19 demuestra que los gobiernos pueden actuar rápida y drásticamente frente a las amenazas globales. Es hora de convertir las palabras en hechos y dedicar la misma energía a la crisis climática. Todos los días, somos testigos del impacto del cambio climático provocado por el hombre. La crisis climática está aquí y debemos actuar ahora”, concluye Rocca.

(SERVIMEDIA)
16 Sep 2021
MGR/nbc