Así se pronunció Almeida al asistir en Madrid al acto de homenaje a las víctimas del terrorismo de la AVT, “en un día que era para la infamia” porque “se iba a celebrar un homenaje a un asesino malnacido como Henri Parot con la complicidad de aquellos que no renuncian a lo que supuso el terrorismo y que desgraciadamente son los socios de este Gobierno en el Parlamento”.

Quiso lanzar un mensaje “alto y claro” y es que “lo que ha sucedido con la anulación del acto de homenaje a Parot no es por convicción y no es porque piensen que a ese malnacido no haya que homenajearle”. “Es una pura cuestión de que la presión social ha podido con ellos y, por tanto, tácticamente han decidido no celebrarlo, pero ni renuncian a lo que supuso el terrorismo ni van a renunciar en el futuro a seguir cometiendo este tipo de actuaciones e incitaciones al odio que humillan la dignidad de las víctimas”, indicó.

Avisó de que “el problema no es lo que ellos hagan”, sino que “se les tolere, se les ampare y haya un silencio desgarrador para las víctimas como el que se ha producido desde el Gobierno de la nación, que no ha tomado ninguna iniciativa para que esto no pudiera suceder”.

En este sentido, Almeida insistió en que ha sido “la presión social” la que ha provocado “una retirada táctica” de quienes habían convocado una marcha solidaria en Mondragón por Parot. “Se tienen que encontrar con un muro, el de la sociedad española que les desprecia y les rechaza y ese muro no puede sufrir ninguna grieta” por el hecho de que “haya un Gobierno que dependa de los votos de los herederos de ETA, de EH Bildu”, finalizó su reflexión.