Según informó la Policía, en el marco de esta operación han sido detenidas 32 personas, incluido el máximo responsable de esta red internacional dedicada al tráfico ilícito de vehículos.

La red desarticulada se dedicaba a robar los coches en Alemania, Austria, Francia, Italia y Suiza. Los vehículos nunca superaban los tres años de antigüedad y su precio en el mercado rondaba los 50.000 euros cada uno.

Los detenidos contaban con la colaboración de personal especializado de concesionarios y talleres oficiales, que emitían certificados en los que hacían constar que los automóviles no presentaban signos de manipulación.

CONTACTOS EN LA ITV

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de mayo, cuando los agentes detectaron la presencia en España del principal responsable de una organización dedicada a comercializar coches previamente robados en países europeos. La banda estaba integrada principalmente por ciudadanos de nacionalidad húngara, rumana y española.

Los coches, una vez sustraídos, eran introducidos en territorio español a través de los contactos previamente establecidos con personal relacionado con la compraventa de vehículos en el mercado de segunda mano. La organización tenía intermediarios, como trabajadores de talleres y concesionarios oficiales, que actuaban en connivencia con los ladrones.

Además, la banda incluso contaba con la colaboración de empleados que llevaban a cabo actividades de matriculación y de algunos ingenieros de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) en varios centros autorizados.

Los automóviles habían sido puestos en circulación y comercializados en Madrid, Santander, Tarragona, Castellón, Valencia, Alicante, Albacete, Cuenca, Almería, Córdoba, Jaén y Granada. Los coches nunca superaban los tres años de antigüedad y eran de gran cilindrada.