La pandemia por el Covid-19 afectó especialmente a la atención sanitaria de los pacientes con alzhéimer y en la evolución de la patología. Este hecho provocó que muchos enfermos vivieran la enfermedad en soledad y muchos de ellos quedaron aislados en centros sociosanitarios para evitar el posible contagio. También se agravó la evolución de los pacientes que estaban en un estado inicial de la patología, así como la de los que ya estaban diagnosticados.
Desde el Consejo General de Enfermería instaron a contar con enfermeras especialistas para garantizar una atención de calidad a los pacientes con alzhéimer que en la nueva normalidad deben acostumbrarse a una realidad desconocida para todos.
El alzhéimer es la principal causa de demencia de todo el mundo y la enfermedad que mayor discapacidad provoca en personas mayores. Según la Sociedad Española de Neurología, se estima que hasta 800.000 personas sufren alzhéimer en España, una cifra que podría duplicarse en los próximos 20 años.
El presidente de la Organización Colegial, Florentino Pérez Raya, aseguró que “el deterioro cognitivo que produce esta enfermedad se ha agravado mucho más en estos momentos porque la soledad que ha traído la pandemia ha acelerado el proceso”. Además, reclamó al Ministerio de Sanidad y a las consejerías autonómicas a “apostar” por las enfermeras profesionales.
En este sentido, la secretaria de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (Sedene), Paloma Muñóz, recalcó que es “fundamental” que haya la especialidad o los conocimientos para abordar las diferentes situaciones que surgen con las personas mayores, e insistió en que “la especialización es imprescindible porque cuando más especializados y formados estemos, más entendemos la enfermedad”.
El deterioro físico que produce esta enfermedad y la salud mental de estos pacientes debe ser evaluado y cuidado por profesionales expertos, y más tras tantos meses de pandemia. La vocal del CGE en representación de la especialidad de Salud Mental y presidenta del Colegio de Enfermería de Almería, Mª del Mar García, subrayó que esta situación provocó “una desconexión” que ha provocado alteraciones conductuales y psicológicas, acelerando, incluso, el avance de la enfermedad.
La enfermera del Instituto de Investigación del CGE, Guadalupe Fontán, remarcó que es fundamental fijar “una rutina diaria” para los enfermos de alzhéimer, y realizar distintos mecanismos que les faciliten el día a día como adaptando el hogar.
Es por ello, que la Organización Colegial y la sociedad científica recordaron también la importancia de “cuidar al cuidador” porque el bienestar global de los familiares influye en la calidad de la atención que se preste al paciente con alzhéimer