La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, comentó este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Ejecutivo mantiene un “máximo compromiso” en esta emergencia con diferentes acciones y desveló dos de ellas gracias a las gestiones realizadas por el departamento dirigido por Nadia Calviño.

Una es entablar conversaciones con entidades bancarias para que pongan a disposición de las cerca de las 6.000 personas evacuadas los inmuebles que estuvieran vacíos para que puedan ser ocupados, ante lo cual Rodríguez apuntó que los bancos han dado “una muy buena respuesta”.

La otra se refiere a que el Consorcio de Compensación de Seguros agilizará la tramitación de los daños a viviendas o negocios de personas afectadas por la erupción volcánica, a través del teléfono gratuito 900 222 665 y de la web ‘consorseguros.es’.

Por otro lado, Rodríguez subrayó que “aún no se puede hacer una estimación de los daños causados ni tampoco de la finalización de esta erupción”, al tiempo que añadió que cuando la lava llegue al mar se producirá la liberación de gases.

6.000 EVACUADOS Y 183 VIVIENDAS AFECTADAS

No obstante, indicó que, según Protección Civil, se han evacuado cerca de 6.000 personas (50 de ellas con movilidad reducida) y hay 183 viviendas afectadas, así como alrededor de 200 infraestructuras, entre ellas canchas de tenis y piscinas.

Rodríguez subrayó que, hasta el momento, no se ha producido ningún daño personal y el tráfico aéreo continúa funcionando con normalidad en La Palma.

Para esta emergencia trabajan 540 efectivos de la Administración General del Estado (entre guardias civiles, policías nacionales y militares de la UME) y 650 pertenecientes a administraciones autonómicas o locales, ante lo cual Rodríguez ensalzó la “colaboración” institucional.

Por último, Rodríguez lanzó un mensaje de “máxima prudencia” a la población de La Palma para que continúe con su “ejemplar comportamiento” con el fin de evitar accidentes. Así, indicó que no es aconsejable acercarse a menos de dos kilómetros de las zonas de erupción para evitar la exposición a los gases.