En el acto, que consistió en una foto conjunta ante el Colegio Ramón Llull, uno de los puntos de votación que, según Òmnium, recibió la “violencia desatada” del Estado el 1-O, participaron el presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès; la presidenta del Parlamento catalán, Laura Borràs; el líder de ERC, Oriol Junqueras; el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, y la líder de la CUP en el Parlamento catalán, Dolors Sabater, entre otros.

Durante el acto, el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, denunció que cuatro años después el Estado sigue sin “reconocer la violencia” ejercida por la policía el 1-O y exigió una “reparación”, es decir, que esta “violencia” sea investigada y que se “depuren responsabilidades”. “Estamos convencidos de que el 1 de octubre de 2017 es un punto de no retorno”, añadió.

En este sentido, comentó que ese día se dieron cuenta de que no les podrán parar ni con “amenazas, cárcel, represión ni exilio”, al tiempo que pidió no “malbaratar” el legado del 1-O y preservarlo por encima de las “dinámicas partidistas”. “Recuperemos la actitud que hizo posible el 1 d octubre: ambición, generosidad y determinación”, apuntó.

En una entrevista en TV3 recogida por Servimedia, Cuixart destacó que hoy han vuelto a salir a la calle a ejercer derechos fundamentales como el de “manifestación, reunión” y el de luchar por el derecho de autodeterminación de Cataluña. “No renunciaremos nunca a volver a hacerlo”, puntualizó.

“GANAR LA APUESTA”

Cuixart celebró la “unidad” del conjunto del “soberanismo” que ha quedado plasmada en la citada fotografía. Al respecto, lamentó que al “proceso soberanista” le cuesta “mucho” trazar una estrategia compartido debido a la “represión”, por ello, hizo un llamamiento a la “imperiosa necesidad” de “tejer” esta estrategia compartida.

Por su parte, Borràs dijo que el 1-O se hizo con “unidad, generosidad, confianza, ilusión” y con la “esperanza” de un “futuro mejor”, al tiempo que aseguró que “no hay camino atrás, solo adelante”. En esta línea, Sànchez comentó que ese día entendieron que solo “juntos” tenían la capacidad de “ganar la apuesta” que ellos mismo habían hecho para “ser libres”.

También en una entrevista en TV3 recogida por Servimedia, la expresidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell, quien no pudo acudir al acto, destacó del 1 de octubre de 2017 la “tenacidad y la fuerza” de la gente que, “pese al miedo” fueron a votar y expuso que lo que más le impresionó de ese día fue el “anhelo de libertad” y las “ganas de votar” de la sociedad.

Forcadell aclaró que la división del independentismo “toda la vida lo he visto” y subrayó que hubiese estado mejor que hubiese habido “más consenso” y “más propuestas conjuntas” de cara al 1-O, pese a ello, celebró que como encontraron un “objetivo común” se pudo celebrar el referéndum ese día.

A su vez, Junqueras escribió en sus redes sociales que el 1-O fue una “victoria excepcional” de la democracia y una “victoria indiscutible” del camino de “este país hacia su libertad”. Para el líder de ERC, esta fecha siempre será sinónimo de “democracia” y también de la “representación más dura” del Estado. “Pese a todo, sabemos que volveremos a vencer porque nuestro compromiso con la independencia de Cataluña se mantiene intacto”, ensalzó.