Así lo indicó Martín en declaraciones a los medios en Barcelona, donde criticó el “menosprecio” que Puigdemont ha demostrado en ocasiones ante el Estado de Derecho y dijo que demuestra que para él es “un escollo” y un “impedimento” hacia su pretensión “totalitaria” de “dividir Cataluña” y de fragmentar un Estado de la Unión Europea como es España.

En este sentido, esperó ver cómo se resuelve su situación este lunes, 4 de octubre, donde declarará tras ser detenido el 23 de septiembre, aunque fue puesto en libertad posteriormente, en Cerdeña, donde se decidirá qué sucede con su extradición. Martín destacó que Puigdemont es un “prófugo” de la Justicia que ha cometido delitos por los que ya han sido juzgados “compañeros suyos”.

Por ello, esperó que se resuelva tanto la cuestión prejudicial que está en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea como el caso en Cerdeña en el sentido “lógico, razonable y justo” que es que Puigdemont acabe respondiendo ante la Justicia española por los delitos “gravísimos” que cometió contra el “ordenamiento democrático”.

CUARTO ANIVERSARIO 1-O

Durante sus declaraciones, Martín mostró su apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, con motivo del Día del Patrón de la Policía Nacional, ante los “ataques” que sufren “constantemente” por parte de los “radicales separatistas en cualquier fecha”.

Lamentó que ayer algunos separatistas celebraron el cuarto aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 “como solo ellos saben hacerlo”, que es, “quemando contenedores”, generando “disturbios” y “pánico” en las calles, provocando una situación “complicada” para los agentes y dando una “mala imagen” para Barcelona. Dijo que ese día fue un día de “división” y “menosprecio” al Estado de Derecho.

Para Martín, es “muy triste” que el Gobierno de la Generalitat catalana se pusiera “al margen de la ley” y de los “márgenes democráticos”. Además, afeó que este Ejecutivo celebre una “ilegalidad” y ¡señaló que no es un “muy buen síntoma” y no cree que atraiga “muchos inversores”.

También recordó que durante la visita del rey Felipe VI a la inauguración de la Feria del Automóvil de Barcelona los dirigentes del Ejecutivo catalán no quisieron saludarle ni coincidir con él. A su juicio, esto proyectó una imagen de “inestabilidad política”, de “confrontación” que es la “única” que saben proyectar a los separatistas y que “perjudica” los intereses materiales de los catalanes.