A este respecto, señalaron que antes se conocían los genes implicados en la formación de este órgano, pero no el mecanismo por el que interactúan.

Esto es lo que explica el estudio publicado por el grupo de investigación del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (Ibmcp-CSIC-UPV), centro mixto del CSIC y la Universitat Politècnica de València (UPV), en ‘The Plant Cell’.

En él descifran la relación de estos genes para permitir la formación del estigma en las plantas con flores, innovación que les dotó de una ventaja evolutiva frente a otras.

El estigma se forma en la parte superior del pistilo, el órgano femenino de la flor. Es esencial para atrapar y germinar los granos de polen, y también actúa como una barrera para garantizar que solo las especies de polen correctas entren en el pistilo para fertilizar los óvulos.

Los investigadores indicaron que es importante comprender la genética detrás de este proceso ya que el correcto desarrollo del estigma es “clave” para el éxito reproductivo de las plantas con flores y la producción de frutos y semillas en las plantas de cultivo.

Para ello, han realzado diversos análisis genéticos y moleculares utilizando el modelo vegetal ‘Arabidopsis thaliana’ con el fin de proponer un modelo que explicase cómo varios genes interactúan cooperativamente para promover el desarrollo del estigma.

Sobre este tema, la investigadora del Ibmcp-CSIC-UPV y responsable del trabajo, Cristina Ferrándiz Maestre, anunció: “Hemos armado el ‘puzle’ de cómo interactúan entre sí los genes que se sabía estaban implicados en la formación del estigma en ‘Arabidopsis thaliana’”.

Al hilo de este asunto, agregó que “todos estos factores de transcripción forman un complejo cuando coinciden en un momento y un dominio espacial determinado, que da instrucciones para formar este tejido. Se conocen algunos otros pocos ejemplos en plantas con flores en los que variaciones combinatorias en la composición de complejos transcripcionales dan lugar al desarrollo de tejidos u órganos específicos”.

El objetivo actual, anunció, es “dilucidar si complejos similares dirigen la formación del estigma en otras especies, y si esta novedad evolutiva podría estar relacionada con otros factores que ganaron la capacidad de combinarse para producir este nuevo tejido, característico y específico de las plantas con flores”.

A su vez, los investigadores buscan saber si diferentes combinaciones de estos y otros factores podrían dirigir la formación de otros tejidos del pistilo como el estilo o el ovario.

Para Ferrándiz, entender este mecanismo de formación del estigma abre la puerta a comprender mejor el proceso de fertilización de las plantas con flores, pudiendo favorecer el mismo.

La investigadora concluyó que “se podrían desarrollar estigmas más extensos o funcionales por más tiempo, con mayor capacidad para atrapar polen, y así tratar de paliar la escasez de polinizadores naturales como las abejas que se observa hoy día”.