Presupuestos

Belarra confiesa que habría querido que el 15% de Sociedades se aplicara sobre los beneficios

- Afirma que Podemos aspira a cambiar el poder judicial y el mediático igual que hizo con el político

- Irene Montero llama a hacer del feminismo una política de Estado para los tres poderes y meterlo en la Constitución

Rivas-Vaciamadrid (Madrid)
SERVIMEDIA

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, reconoció este jueves que le habría gustado que el 15% del Impuesto de Sociedades se contabilizara “sobre los beneficios reales de las empresas y no sobre la base imponible”, pero pese a todo dijo que “es un avance fundamental”, y “en verano nuestro socio se cerraba completamente”.

Lo hizo en la inauguración de la Universidad de Otoño de Podemos, evento recuperado tres años después por iniciativa de ella misma cuando alcanzó la Secretaría General del partido el pasado mes de junio, y que se desarrollará hasta el domingo en varios recintos de Rivas-Vaciamadrid. En su intervención, que cerró el acto de bienvenida, comenzó defendiendo el ‘escudo social’, como muestra de que “hacer política sirve”, y que “sólo vamos a resolver los grandes problemas de nuestro tiempo si lo hacemos en común”.

Belarra denunció el neoliberalismo que, según ella, trata de establecer que la sociedad es una simple suma de ciudadanos que compiten entre sí, alabó a los militantes de Podemos por su labor durante la pandemia y por financiar al partido de forma que ella pueda negociar la regulación del alquiler “con las manos libres”, sin favores debidos a las grandes empresas.

Alabó también lo conseguido durante el liderazgo de Pablo Iglesias, entrando en el Gobierno y gestionando la crisis del coronavirus, y repitió su tesis de que en los próximos meses el Ejecutivo se juega su reelección. Para ello, los Presupuestos serían el primer paso, y aseguró que Podemos “ha hecho un buen trabajo”.

Además de la Ley de Vivienda y el 15% mínimo del Impuesto de Sociedades, enumeró el aumento de la inversión en dependencia y feminismo, una tasa de reposición de profesionales públicos, y, sobre las renuncias, como las de su Ley de Diversidad Familiar y Apoyo a las Familias, subrayó que “las cosas avanzarían mucho más rápido si fuéramos la fuerza mayoritaria del Gobierno de coalición”.

En todo caso, concluyó que “la pandemia ha acelerado el agotamiento del neoliberalismo”, pues “ha demostrado lo problemático que es debilitar los servicios públicos” y ha puesto en solfa las desigualdades. Y prometió que, igual que Podemos ha cambiado el panorama político, también “aspiramos a cambiar el poder judicial y también el poder mediático”. En este punto, introdujo la crítica habitual del partido al rey Juan Carlos y remató: “No se puede permitir que haya un silencio judicial y mediático sobre los negocios del rey emérito”.

Justo antes que ella, la ministra de Igualdad, Irene Montero, planteó como temporales los puestos que cada uno de los dirigentes de Podemos ocupa y como permanente la “militancia compartida”, y presentó a Podemos como “fuerza política de transformación”, a la vez de Gobierno y popular. Así, defendió el evento por la necesidad de “pensar en común” para “actuar en común” y alimentar los “lazos de pertenencia” entre los militantes.

LOS PODERES Y VOX

“Nos tenemos fundamentalmente a nosotras mismas”, dijo, situando enfrente a los poderes que, según ella, “no se creen la democracia” y ejecutan toda su capacidad de “acción política y parapolítica” contra Podemos. Ahí situó también a Vox, que en su opinión consiste básicamente en “defender la antipolítica” y romper los lazos de solidaridad colectivos. “Somos mejores cuando estamos en común”, contrapuso.

Finalmente, arremetió contra quienes, desde su punto de vista, trataron de evitar que Podemos estuviera en el Gobierno, incluso con repeticiones electorales, y ahora “pretenden que nuestro paso por el Gobierno sea una cuestión puntual, una cuestión accesoria, una excepción”.

Frente a ellos, y enlazando al partido con el movimiento feminista, proclamó que ellas no quieren “pedir” sino “ejercer el poder". Esto es, dijo, “lo que no nos perdonan”, y en esa línea terminó homenajeando a la exministra del PSOE Bibiana Aído, tan “injustamente tratada”, y reclamando que el feminismo sea una política de Estado, de “todos los poderes del Estado”, incluido el judicial, así como incorporar los nuevos derechos feministas a la Constitución cuando se reforme.

La secretaria de Organización de Podemos, Lilith Vestrynge, justificó la Universidad de Otoño por la necesidad de combinar el pensamiento con la acción política, alertó contra el escepticismo y la desafección y llamó a “resignificar la política” y “politizar el futuro” sacando ideas en las jornadas que celebrará la formación hasta el domingo.

La coportavoz de la Ejecutiva de Podemos, Isa Serra, aseguró que la Universidad de Otoño va a “proporcionar herramientas para tomar decisiones estratégicas” en “un momento determinante” para el partido y para el país. Glosó que la Ley de Vivienda “para los pies a los fondos buitre” y “acaba con el modelo de especulación salvaje” que hasta el momento ha regido en el sector; una de las “batallas centrales” que afirmó que está dando Podemos en su afán de romper dogmas de la ideología neoliberal y de “instituciones franquistas como la justicia”.

El presidente del Instituto 25M, Juan Carlos Monedero, abrió el acto definiendo a la base social de Podemos como “la España que no avergüenza”, llamó a compatibilizar partido y movimiento, a conformar un “frente amplio” y “recuperar el elemento movimentista”, y a detectar “nuevos espacios que hay que pensar”.

(SERVIMEDIA)
07 Oct 2021
KRT/clc