El jefe de la Brileg, general de brigada Melchor Marín, y su plana mayor recibieron a la ministra, a la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, y al JEME en una visita en la que conocieron las actividades conmemorativas del centenario de la Legión y una exposición de los materiales de experimentación con vistas al horizonte 2035. Después, la titular de Defensa presidió los actos de imposición de recompensas, homenaje a los caídos y desfile militar.

Durante su intervención, Robles destacó el “orgullo que siente España entera, que vibra de manera muy particular con la Legión en cada desfile del 12 de octubre” y recordó que la conmemoración del Centenario de la Legión “se ha celebrado de una manera digna pese a la pandemia, que nos ha impedido hacer más cosas”.

La ministra de Defensa enfatizó, finalmente, que “la Legión representa los mejores valores del Ejército de Tierra: preparación, formación compromiso, innovación” y “allá donde hay una dificultad hay una dama o caballero legionario poniendo lo mejor de su preparación y, sobre todo y lo más importante, corazón”.

El general Marín recordó la intervención de la Legión en las operaciones contra la pandemia o la borrasca Filomena, y especialmente cuando “sorprendieron al mundo entero con imágenes de empatía y humanidad ayudando a recuperarse a los inmigrantes que moribundos llegaban a las playas de Ceuta”.

La Brileg se creó en 1995 y actualmente forma parte de la División Castillejos. Con más de 3.000 efectivos, es la unidad de mayor entidad de la Legión, integrada por los Tercios 3º y 4º de la Legión, ‘Don Juan de Austria’, ubicado en Viator, y ‘Alejandro Farnesio’, con sede en Ronda (Málaga).

La Legión se creó en 1920 como una unidad de voluntarios, españoles y extranjeros, de carácter profesional para ser empleada como fuerza de vanguardia y, desde entonces, ha contribuido significativamente al prestigio de las Fuerzas Armadas, en particular desde el despliegue de tropas españoles en misiones en el exterior.