En pleno debate sobre la ampliación de El Prat y en coincidencia con el Día Mundial contra el Cambio Climático, que se celebra el 24 de octubre, la primera edil del Ayuntamiento de la capital catalana ha insistido en diferentes actos en público en que es necesario sustituir los vuelos cortos de menos de 1.000 kilómetros de distancia por trayectos en tren.

En una reciente entrevista radiofónica en Catalunya Radio manifestó que el Ayuntamiento desde hace años ya viene aplicando los viajes en tren en sustitución del avión en aquellos trayectos que tienen un recorrido inferior a los 1.000 kilómetros, salvo situaciones de emergencia.

“Nosotros hablamos de vuelos (cortos) de menos de 1.000 kilómetros que se pueden sustituir por tren de manera eficaz y eficiente, sobre todo con alta velocidad. Nosotros lo que ya aplicamos como Ayuntamiento, ya hace años, (es) que los trayectos que son de menos de 1.000 kilómetros, a menos que haya una situación de emergencia que lo justifique, los hacemos siempre en tren y no lo hacemos en avión”.

Sin embargo, desde que en 2015 accediera a la Alcaldía de Barcelona, Colau ha hecho uno de cada cuatro viajes, considerados de radio corto, en avión, volando a destinos europeos.

Concretamente, entre 2015 y 2020, según los últimos datos disponibles en el portal de transparencia del Ayuntamiento, la alcaldesa habría hecho un total de 26 vuelos con una distancia que no supera los 1.000 kilómetros, entre Barcelona y ciudades como París, Roma o Milán, localidades que ha visitado entre dos y tres ocasiones. En conjunto, ha realizado 94 desplazamientos cortos de ida y de vuelta, de los que el 27,6% se han producido en avión y el resto en tren.

En la capital francesa, la alcaldesa voló para acudir a eventos como la 21ª Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP 21) de 2015 a través de la red mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), un organismo que llegó a copresidir; la reunión de alcaldes C40 CityLab en 2017, así como la cumbre Paris Fab City de 2018.

Por su parte, en la capital italiana, viajó para conceder una entrevista al diario ‘La Repubblica’ en 2018 y en 2019 voló para encontrarse con el papa Francisco y participar en la reunión Ciudades Refugio. Mientras que en Milán también se desplazó para asistir a la Cumbre de la Alimentación en 2015 y participar cuatro años más tarde en el 2º Fórum sobre el Futuro de la Democracia.

En el país transalpino, también habría volado en avión para acudir a la Biennale de Arquitectura de Venecia (2016), a Bolonia para ir a una charla del ‘think tank’ Fondazione per l'Innovazione Urbana (2018) o a Florencia para participar en el festival feminista L'Eredità delle Donne (2019), destinos que no superan los 1.000 kilómetros de distancia.

Los vuelos de Colau por la Península también se han producido a pesar de en diversas ocasiones se ha mostrado partidaria de eliminar el Puente Aéreo entre Madrid y Barcelona argumentando que hay alternativa ferroviaria. La alcaldesa ha utilizado este trayecto en avión en hasta dos ocasiones para realizar un total de cuatro vuelos, dos de ida y dos de vuelta, para un recorrido que no alcanza los 506 km de distancia.

A Madrid, las veces que ha ido en avión ha sido en 2018 para presentar la Exposición "No Pasarán" y reunirse con la entonces alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, y en 2019, para dar apoyo a la expresidenta del Parlamento de Cataluña Carme Forcadell en su comparecencia ante el Supremo. Asimismo, por la Península, al margen de Madrid, ha volado a A Coruña en una ocasión para participar en el Foro de Lanzamiento del Plan de Acción de la Agenda Urbana.

En total, las arcas del Ayuntamiento se han gastado un total de 2.434,51 euros en los vuelos considerados de corto alcance, pese a que se traba de actos ya previstos en la agenda.