Los sindicalistas han informado al representante del futbol mundial de que de mantenerse la actual situación de los derechos laborales de los trabajadores inmigrantes en el mencionado país árabe harán campaña en contra del evento deportivo.

El secretario general de la CSI, Sharan Burrow, ha dejado claro a la FIFA que el movimiento sindical internacional "no va a aceptar que las personas que trabajan para construir los estadios, lo hagan sin el respeto de los derechos de los trabajadores".

En este sentido afirmó que ambas instituciones van a trabajar conjuntamente en los próximos meses, y están dispuestos a reunirse con las autoridades de Qatar para ver si se respetan los derechos laborales y el trabajo decente. “También estuvimos de acuerdo en discutir cómo los derechos laborales pueden incluirse en los criterios de selección para futuras licitaciones de las ciudades anfitrionas de la Copa del Mundo", señala en un comunicado.

"Los trabajadores migrantes en Qatar no tienen derechos laborales, los salarios son de explotación y de salud ocupacional y los riesgos de seguridad son extremas. Qatar es un país que quiere ganar la aceptación de la comunidad mundial de los gobiernos, pero se niega a reconocer su trato de los trabajadores migrantes ", dijo Burrow.