Así se deduce de un estudio presentado hoy en Madrid por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) y Carglass, compañía especializada en reparación de lunas.

Según el estudio, mientras las lunas laterales suponían un 22% de las roturas de los cristales de vehículos en 2004, el porcentaje se incrementó al 26% en 2007.

El RACC y Carglass achacan este incremento de lunas laterales rotas al aumento de los actos vandálicos por robos de las radios de los coches.

Por otro lado, el estudio indica que el 80% de las roturas de los parabrisas de los vehículos se debe a los impactos recibidos durante la circulación, por lo que el estado del firme de la carretera es un importante factor de riesgo de impacto de gravilla en la luna delantera.

La investigación señala que la siniestralidad de los parabrisas aumenta al disminuir la calidad del pavimento, el volumen de tráfico que soporta la carretera y la inversión de mantenimiento de las vías.

Además, el clima, y en concreto las diferencias de temperatura y de humedad, pueden incrementar el riesgo de que se produzca un daño en las lunas o agravar un daño ya existente. Los autores del estudio desaconsejan la práctica habitual en invierno de verter agua caliente sobre el parabrisas cuando éste está helado.