Coronavirus

AI exige la liberación de una periodista china encarcelada por informar de la Covid-19 en Wuhan al estar “cerca de la muerte después de huelga de hambre”

Madrid
SERVIMEDIA

Amnistía Internacional (AI) exigió este jueves la liberación de una periodista china encarcelada por informar sobre la gestión que hicieron las autoridades chinas en los albores de la pandemia en Wuhan, ya que “corre el riesgo de morir” tras declararse en huelga de hambre.

El colectivo emitió un comunicado en el que recordó que Zhang Zhan fue condenada a cuatro años de prisión en diciembre por publicar en sus perfiles en redes sociales cómo manejó China la irrupción del coronavirus en su territorio.

Con el fin de protestar por su encarcelamiento, se declaró en huelga de hambre, lo que le ha llevado a estar en una situación ante la cual “su familia dice que no esperan que viva durante el invierno si no le dan de alta por motivos médicos”.

Ante esta situación, Gwen Lee, activista de Amnistía Internacional en China, dejó claro que “Zhang Zhan, que nunca debería haber sido encarcelada, ahora parece estar en grave riesgo de morir en prisión”, por lo que reclamó a las autoridades china su puesta en libertad “de inmediato”.

Zhan Zhan viajó a Wuhan en febrero de 2020 para proporcionar información sobre el terreno de cuanto allí estaba sucediendo, lo cual hizo a través de la publicación en redes sociales de reportes sobre cómo los funcionarios gubernamentales habían detenido a periodistas independientes y acosado a las familias de los enfermos de coronavirus.

Tras desaparecer en mayo de 2020, más tarde se supo que las autoridades chinas se la llevaron y la detuvieron en Shanghai, donde fue declarada culpable de “provocar disputas y problemas” después de un “juicio simulado”, denunció Amnistía.

En junio del año pasado, inició una huelga de hambre en protesta por su detención, lo que motivó que, en diciembre, ante la debilidad de su cuerpo, tuviera que asistir a su juicio postrada en una silla de ruedas.

Antes de la vista, las autoridades la “alimentaron a la fuerza” y la “sujetaron durante días” para evitar que se quitara la sonda de alimentación, al tiempo que fue obligada a usar grilletes y ataduras las 24 horas del día durante más de tres meses en represalia por su huelga de hambre.

Finalmente, el pasado 31 de julio ingresó en un hospital por “desnutrición severa”, a pesar de lo cual fue devuelta a prisión, permaneciendo en “huelga de hambre parcial” con el consiguiente “grave riesgo para su salud, que continúa deteriorándose a un ritmo dramático”.

Desde la celebración del juicio, las autoridades chinas le han impedido hablar con su abogado o reunirse con su familia en persona, limitándose el contacto con sus parientes a “llamadas telefónicas o videollamadas ocasionales bajo supervisión”.

Esta situación llevó a su hermano a publicar en su perfil de Twitter el pasado 30 de octubre un mensaje en el que escribió lo siguiente: “No creo que viva mucho más. Si no supera el próximo invierno, espero que el mundo la recuerde como antes”.

Zhang Zhan es protagonista de la campaña ‘Escribe por los derechos 2021’ de Amnistía Internacional en la que se pide su liberación.

En ese sentido, Doriane Lau, investigadora de Amnistía Internacional, definió a Zhang Zhan como una “víctima del enfoque de tolerancia cero del Gobierno chino a las críticas y puntos de vista opuestos”, por lo que, si muere en prisión, “su sangre estará en las manos del Gobierno chino”.

Por último, Amnistía Internacional subrayó que los periodistas fueron una “fuente vital de información sin censura” sobre el brote de la Covid-19, lo que le permitió denunciar que “existe un patrón alarmante de muertes de activistas chinos encarcelados, ya sea bajo custodia o después de haber sido puestos en libertad condicional por motivos médicos tardíamente”.

(SERVIMEDIA)
04 Nov 2021
MST/gja