Así lo puso de manifiesto el neumólogo y presidente de Separ, el doctor Carlos A. Jiménez Ruiz, durante la inauguración del 54 Congreso Nacional Separ 2021, que se celebra en Sevilla desde hoy y hasta el sábado, según precisó la organización en un comunicado en el que defendió que la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, por la que se modifica la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, tiene “algunas deficiencias que merece la pena abordar”.

Y ello, con el fin de “construir una ley que sea más eficaz y más eficiente” para “prevenir” que los jóvenes se inicien en el consumo de tabaco, “facilitar” que los fumadores dejen de fumar y, “sobre todo, para proteger la salud de los no fumadores frente al aire contaminado del consumo de tabaco”, según aseveró Jiménez Ruiz, quien pidió “avances” en torno a las cinco medidas propuestas, que van en la línea de las reivindicaciones del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.

Por lo que respecta al aumento del precio del tabaco, debe abarcar a todas las formas de consumo de tabaco, incluidos cigarrillos, puros, tabaco de liar, pipas de agua, cigarrillos electrónicos y tabaco calentado y la prohibición de su consumo en espacios públicos abiertos debe incluir terrazas, estadios deportivos, playas, parques o plazas de toros, según Separ, que reclamó una “estricta vigilancia del cumplimiento de esa prohibición” así como “un sistema punitivo a aquellos que la incumplan”.

En cuanto a la instauración del empaquetado genérico, recordó que esta medida supone la desaparición de los logos e imagen de las compañías tabaqueras y defendió que se ha traducido en "menos ventas y una menor tasa de tabaquismo” en los países que la han implantado, como Australia y Nueva Zelanda, que, a su entender, presentan tasas de tabaquismo “muy bajas”.

OTROS DISPOSITIVOS

Junto a ello, reiteró la urgencia de regular la venta, el consumo y la publicidad de los cigarrillos electrónicos y de los dispositivos que calientan pero no queman tabaco, que, según Separ, “deben tener la misma regularización que tienen los cigarrillos”.

Finalmente, valoró como “fundamental” el que se potencie la creación y desarrollo de unidades de tabaquismo en todo el sistema sanitario público y que se financien todos los tratamientos que han demostrado ser “seguros y eficaces para ayudar a dejar de fumar”.

“Todos los fumadores que hagan un serio intento por dejar de fumar, y que lo realicen en el contexto de un programa de asistencia sanitaria, deben tener acceso financiado a este tipo de tratamientos sin ningún tipo de restricciones”, sentenció la organización.

El tabaquismo provoca 60.000 muertes anuales evitables en España y, según Separ, cada vez que se ha reformado la legislación antitabáquica ha habido un descenso de la prevalencia, que llegó a situarse en el 31% de la población con la ley de 2010 y siguió disminuyendo, hasta que en 2017 experimentó un repunte, hasta el 34% de fumadores.

“Necesitamos un nuevo movimiento, sobre todo legal, para que esto no ocurra”, resolvió en este sentido el doctor Jaime Signes-Costa, neumólogo y coordinador del Área de Tabaquismo de Separ.