Cumbre del Clima

Científicos piden a los países que revelen las emisiones de CO2 de las fuerzas militares

MADRID/GLASGOW
SERVIMEDIA

Los países deben acabar con el secreto de los gases de efecto invernadero que producen sus fuerzas militares e informar de ellos al igual que hacen sobre otras industrias altamente contaminantes.

Esta petición fue lanzada por investigadores de las universidades de Lancaster y Durham (Reino Unido), en asociación con el Observatorio de Conflictos y Medio Ambiente, en la Cumbre del Clima de Glasgow- conocida como COP26-, que afronta su recta final con el mandato fundamental de acelerar la acción climática para que el planeta no se caliente más de 1,5ºC respecto a la era preindustrial.

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc) obliga a los países a informar sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero cada año, pero hacerlo sobre las emisiones militares es voluntario, por lo que muchos gobiernos optan por ocultarlas. Los investigadores califican de ‘brecha de emisiones militares’ a esta falta de transparencia.

Investigadores de las universidades de Lancaster y Durham reclamaron en Glasgow, además, que los países informen abiertamente sobre las emisiones militares de gases de efecto invernadero en la Cumbre del Clima del próximo año con el fin de que se conozca la verdadera dimensión de las emisiones globales de gases de efecto inverandero y se pueda tener en cuenta en las discusiones sobre el clima.

Y pidieron que sus militares reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero para mantener el calentamiento global por debajo del objetivo de 1,5°C acordado en el Acuerdo de París, adoptado en 2015.

En un nuevo paso para resaltar la escala de la brecha de emisiones militares, el Observatorio de Conflictos y Medio Ambiente y Concrete Impacts han lanzado una nueva web (‘militaryemissions.org’) que reúne los datos que los gobiernos informan sobre las emisiones de sus ejércitos.

"Es vital que los gobiernos tomen medidas urgentes para reducir la enorme contribución que los militares están haciendo a la crisis climática", apuntó Doug Weir, del Observatorio de Conflictos y Medio Ambiente, quien añadió: "Con este nuevo sitio web podemos ayudar a todos, desde el público, los responsables políticos y los propios militares, a comprender la verdadera escala del problema, que es un primer paso crucial para abordarlo".

ALTA DEPENDENCIA FÓSIL

Las fuerzas militares conforman el capítulo gubernamental con las mayores emisiones de CO2 en muchos países, pues dependen en gran medida de los combustibles fósiles para alimentar sus tanques, aviones, portaaviones y otros vehículos.

Sin embargo, las emisiones generadas para alimentar todo ese material de defensa son sólo la punta del iceberg, pues también hay que incluir operaciones de fondo como la logística de transporte y operaciones en edificios y bases, que también contribuyen a las emisiones militares.

Además, la investigación indica que la mayoría de las emisiones militares de gases de efecto invernadero se derivan de las emisiones incrustadas en las cadenas de suministro de todas las armas y equipos comprados por los militares.

En 2019, las ventas de las 25 compañías productoras de armas más grandes alcanzaron 361.000 millones de dólares (311.000 millones de euros). Cada venta tiene su coste individual de carbono, desde la extracción de materias primas hasta la producción por parte de las compañías de armas, el uso de los militares, el desmantelamiento y la eliminación al final de su vida útil.

Estudios previos realizados por investigadores de las universidades de Durham y Lancaster han demostrado que los ejércitos más grandes emiten más gases de efecto invernadero que muchos países combinados. De hecho, si las fuerzas armadas de Estados Unidos fueran un país, sus emisiones se ubicarían entre Perú y Portugal.

EMISIONES OCULTAS

Sin embargo, a pesar de su enorme impacto ambiental combinado, el verdadero alcance de las emisiones militares de gases de efecto invernadero está oculto a la vista. Algunos países agrupan sus emisiones militares junto con las emisiones civiles o proporcionan datos incompletos. Otros justifican la no declaración alegando preocupaciones de seguridad nacional.

"Permitir que los militares continúen como de costumbre hace que sea mucho menos probable que el mundo cumpla con el objetivo de París de mantener el calentamiento por debajo de 1,5°C", subrayó Ben Neimark, profesor en la Universidad de Lancaster.

Linsey Cottrell, del Observatorio de Conflictos y Medio Ambiente, apuntó que 40 países industrializados gastaron alrededor de 1,27 billones de dólares en sus fuerzas armadas en 2020, pero sólo cinco de ellos informaron de sus emisiones militares de acuerdo con las directrices de la ONU.

"También encontramos que otros 15 países, incluidos China, India, Arabia Saudí, Corea del Sur, Brasil, Irán, Singapur y Pakistán, que juntos gastaron alrededor de 510.000 millones de dólares en sus ejércitos en 2020, no aportan ningún dato desagregado sobre las emisiones militares".

Por ello, los autores del estudio piden que los países industrializados desarrollados lleven a cabo informes obligatorios y verificados de forma independiente de las emisiones de gases de efecto invernadero de sus ejércitos, que los países en desarrollo comiencen a informar anualmente sobre las emisiones de sus fuerzas armadas y que todos los gobiernos establezcan objetivos claros para que los militares conserven la energía, reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles y cambien a energía renovable con recortes genuinos de emisiones CO2 sin depender de compensaciones.

(SERVIMEDIA)
10 Nov 2021
MGR/gja