Según un comunicado divulgado por ambas compañías, el vuelo se ha realizado con un Airbus ‘A320neo’ de nueva generación y ha completado con éxito la ruta aérea entre Barcelona y Sevilla. Gracias a este hito, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) se redujeron en 2,5 toneladas.

Esta iniciativa forma parte del convenio de colaboración que Repsol y Vueling firmaron para crear un grupo de trabajo y avanzar en la introducción del combustible sostenible de la operativa aeronáutica. Esta alianza pretende así impulsar el consumo de nuevos combustibles con bajo impacto ambiental.

“Estos combustibles sostenibles serán durante los próximos años la opción más segura y eficiente para reducir las emisiones en el transporte aéreo, donde la electrificación no es viable por el momento y el hidrógeno renovable requiere de un mayor grado de madurez tecnológica”, afirmaron desde ambas compañías en el comunicado.

Este hito también ha contado con el apoyo de Aena, que pretende impulsar y facilitar la descarbonización del transporte aéreo. En este sentido, la compañía trabaja ya en proyectos de colaboración para promover la producción de combustible sostenible con el objetivo de fomentar su uso por parte de las aerolíneas.

Repsol continúa así con la producción de lotes de combustibles elaborados a través de biomasa y residuos. Hace unos días, la compañía anunció que Iberia –que también pertenece a IAG– completó un vuelo con otro carburante sostenible generado en la refinería de Repsol en Puertollano y al producido a partir de residuos en la de Petronor de Bilbao.

Por su parte, Vueling avanza en su apuesta por los combustibles sostenibles para la aviación, con la perspectiva de alcanzar la neutralidad climática en 2050.