Piqué y Solchaga no ven más salida a la crisis que una UE homogeneizada según los criterios de Alemania

- El exministro popular admite que las reformas de Rajoy acentuarán la pérdida de crecimiento, pero cree que son imprescindibles

MADRID
SERVIMEDIA

El exministro de Asuntos Exteriores Josep Piqué y el exministro de Economía Carlos Solchaga coincidieron este miércoles en señalar que no hay más salida a la crisis que avanzar en la homogeneización de la UE de acuerdo con los criterios de estabilidad presupuestaria y competitividad impuestos por Alemania.

Los dos exministros, uno del PP y otro del PSOE, apuntaron el mismo diagnóstico en una mesa redonda sobre la crisis de la UE organizada por el Real Instituto Elcano en la sede de la Fundación Carlos de Amberes. Al evento asistió el Príncipe de Asturias.

Solchaga recorrió el desarrollo de la crisis desde 2008, indicando que la UE llegó a ella muy debilitada por la falta de consenso en torno a su proyecto de Constitución y la exposición de sus bancos a los activos de riesgo derivados del exceso de liquidez y la laxitud de los créditos.

Con todo, afirmó que en principio los países reaccionaron correctamente al afrontar el problema unidos y sin caer en el proteccionismo, pero lamentó que esto cambió en 2010, con los problemas de las deudas soberanas como consecuencia del reconocimiento por parte de Grecia de que los datos que había facilitado a la UE de su PIB y su déficit eran falsos.

En cualquier caso, el exministro de Economía considera que "es simplemente inimaginable la posibilidad de romper el euro", al menos con la aquiescencia de los dirigentes europeos, y que para evitarlo hay voluntad de ayudar a los países con problemas, pero "de manera condicionada: no se puede dar dinero a un país que no está dispuesto a hacer ajustes".

En esa línea, y ante lo difícil y largo que sería modificar los estatutos del BCE, defendió la posición de Alemania, "dispuesta a asegurar el valor de las deudas soberanas pero si se acepta el nuevo tratado que fijará el objetivo de estabilidad presupuestaria" los próximos 1 y 2 de marzo.

Solchaga admitió que Alemania "se ha llevado hasta ahora el gato al agua" y ha logrado "no hacer cosas extraordinarias sin garantías", pero se mostró convencido de que el Gobierno de Angela Merkel no ha actuado según prejuicios históricos hacia el sur de Europa ni por su respeto "prusiano" a las normas y el buen trabajo, sino para asegurarse el buen funcionamiento del área al que va a seguir perteneciendo. "No hay una alternativa diferente para la salida de la crisis", concluyó.

JOSEP PIQUÉ

Por su parte, Piqué pasó revista a las tres crisis simultáneas que sufre la UE: una geoestratégica, derivada del fin del eurocentrismo (a este efecto, subrayó la paradoja de que este proceso "vertiginoso" se haya producido sólo 20 años después de que Occidente ganara la Guerra Fría), la económica y la política, por el fracaso de la Constitución, finalmente sustituida por un Tratado de Lisboa que "se queda a medias en todo".

El exministro de Exteriores interpretó que gran parte de los problemas se han derivado de la falta de rigor con que se ejecutó la ampliación de la UE-15 a la UE-27, una "decisión política" que adoleció de falta de homogeneidad y gran cantidad de desequilibrios entre sus miembros. Esta afirmación le mereció una réplica en el coloquio por parte del ex número dos de la Embajada polaca, que bromeó con que su país entró de la mano de España y cumpliendo todos los requisitos que se le fijaron.

Para Piqué, la única solución es la unión económica y, a este efecto, considera que el horizonte de la UE "no puede ser otro que un horizonte federal", cuando ahora "no es ni siquiera una confederación". Y, en este sentido, estima que "los estados federales aguantan sólo si los desequilibrios entre sus miembros son asumibles", cosa que no ocurre hoy.

"Ahí el papel de Alemania es decisivo", ensalzó, recordando el compromiso de este país cuando renunció al marco y siempre ha estado dispuesta a contribuir a los fondos estructurales para mejorar la homogeneización de la UE.

En este sentido, rechazó las críticas de falta de europeísmo a la canciller alemana, Angela Merkel, y defendió que "nos interesa una Europa cada vez más alemana", pues su "única posibilidad de supervivencia" y de evitar volver a una "catastrófica" renacionalización de las economías y destrucción del euro es la homogeneidad y el cumplimiento de los compromisos de estabilidad por todos sus miembros.

Por eso, Piqué resaltó que "lo importante es que las condiciones de competitividad sean similares" en todos los países, y que "eso implica realizar profundísimas reformas estructurales como las que está emprendiendo el Gobierno, e incluso más".

El exministro cree necesario que Alemania "vuelva a ver" a los españoles como "los alemanes del sur", y , por eso, aun advirtiendo de que las reformas son una "medicina muy amarga" y van a incrementar a corto plazo el crecimiento negativo de la economía española, las considera una "condición necesaria" para que España se mantenga en la UE.

(SERVIMEDIA)
15 Feb 2012
KRT/caa