Así se refleja en los datos publicados este miércoles por la Asociación Española de Fabricación de Automóviles y Camiones (Anfac); la patronal de concesionarios, Faconauto; y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam), correspondientes a noviembre, mes en el que, con 66.399 unidades, las matriculaciones de turismos se redujeron un 12,3% respecto al mismo mes del año pasado y un 28,7% en comparación con el undécimo mes de 2019.

Todos los segmentos vieron reducidas las matriculaciones en noviembre, ya que las de vehículos comerciales ligeros se redujeron un 33% respecto de noviembre de 2020, hasta las 10.472 unidades; y las de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses cerraron noviembre con una caída de las entregas del 15,2%, con 2.283 unidades.

En el acumulado del año, las ventas de vehículos comerciales ligeros alcanzan las 140.984 unidades, con lo que registra un 0,4% menos de comercializaciones que en el mismo periodo de 2020. Por canales, la peor caída la registra el canal de autónomos, que reduce sus compras en un 55,3% mientras que los alquiladores lo hacen en un 24,5%.

En cuanto a las matriculaciones de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses, en el acumulado del año las ventas en este segmento crecen un 7,2% respecto de 2020, hasta las 21.075 unidades. El segmento de vehículos industriales pesados, el que más volumen acumula, reduce sus ventas un 18,8%, aunque la mayor caída la registraron los vehículos industriales ligeros, con un descenso del 33%.

Desde Anfac, su directora de comunicación, Noemi Navas, indicó que “aunque las causas por las que las ventas no crecen siguen siendo las mismas que en meses anteriores -la escasez de semiconductores y la caída de la demanda por la crisis económica derivada de la pandemia-, es necesario que se activen medidas urgentes para paliar las consecuencias”. Así, pidió “activar una política integral para el sector de la automoción y medidas ágiles, contundentes y de calado”.

Por su parte, el director de comunicación de Faconauto, Raúl Morales, afirmó que “los datos de noviembre muestran que se han frenado las caídas tan pronunciadas de los últimos meses pero la tendencia sigue siendo a la baja y más cuando estamos comparando con noviembre del año pasado, que fue un mal mes”. Por ello, advirtió de que “no dejamos de estar ante un mercado muy deprimido”, pero apuntó que “lo que sí da lugar a la esperanza es que los compradores han asumido la situación y están yendo a los concesionarios para efectuar su compra, aun sabiendo que tardarán más tiempo de lo habitual en recibir su vehículo nuevo”.

En este sentido, Morales resaltó que “calculamos que se ha generado ya una cartera de pedidos de más de 100.000 unidades que se convertirán en matriculaciones el año que viene”, por lo que “estos 100.000 clientes se van a ver perjudicados por la subida del impuesto de matriculación del próximo 1 de enero, por lo que insistimos en la necesidad de prorrogarlo”.

En cuanto a Ganvam, su directora de comunicación, Tania Puche, subrayó que “el mercado continúa en caída libre como consecuencia de la pandemia y la crisis de los microchips”, y adelantó que “todo apunta a que cerrará el ejercicio en el entorno de las 855.000 unidades, encadenando dos años bajo mínimos, en los que será como si 2020 y 2021 hubieran tenido un trimestre menos”.

Así, tanto la representante de Ganvam como la de Anfac criticaron “el veto del Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado a las enmiendas de PdCat, Cs y PP en contra de la subida del Impuesto de Matriculación”, al considerar que “agrava la situación del sector, poniéndoselo todavía más difícil al comprador que quiera adquirir un coche a partir del próximo mes de enero”.