Salud

La OMC reivindica su compromiso con la protección social de los profesionales y familiares con discapacidad

MADRID
SERVIMEDIA

La Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (Fpsomc) reivindicó este viernes, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que cerca de 500 personas con discapacidad, médicos y familiares, son protegidas y amparadas por su solidaridad.

“Uno de nuestros ejes de actuación desde la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial es proteger y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Para ello, destinamos todos los años ayudas y prestaciones dentro de nuestro Catálogo de Protección Social”, asegura el doctor Tomás Cobo, presidente de la Fpsomc.

Concretamente, en 2020, dentro de la Categoría de Prestaciones Asistenciales, un total de 372 hijos huérfanos de médicos con discapacidad recibieron ayudas de la Fundación, y un total de 89 médicos con discapacidad fueron beneficiarios de las mismas.

Se trata de ayudas económicas destinadas a atender las necesidades básicas de vida diaria del beneficiario en situación de discapacidad y con carencia o insuficiencia de recursos económicos, de hasta 1.376 € al mes, según la renta de la unidad familiar, en el caso de médicos con discapacidad; y de 551 € al mes, en el caso de huérfanos de médicos.

“Desde la Fundación velamos por los derechos y el bienestar de las personas que se encuentran en situaciones de discapacidad o dependencia de los miembros de la profesión médica y de sus familias adaptándonos a sus necesidades reales”, puntualiza Cobo quien resaltó que “nuestra función reside en hacerles la vida más fácil”.

Un ejemplo de beneficiario de estas ayudas es el doctor José Leiva Trujillo, médico especialista en Medicina General y colegiado en el Colegio de Médicos de Jaén, que, a sus 66 años, tiene una discapacidad del 70% a causa de una pérdida aguda visual binocular severa. Debido a esta discapacidad, que ha ido empeorando progresivamente, tuvo que dejar de trabajar cuando tenía 63 años y desde entonces recibe una pensión de incapacidad laboral “muy baja, que apenas me alcanza para vivir”.

Es por ello por lo que solicitó la ayuda asistencial de la Fundación para la Protección Social de la OMC. “Por mi discapacidad visual no puedo ni vestirme solo, ni valerme por mí mismo. Esta ayuda me da la vida”, aseguró

“Llevo toda mi vida aportando solidariamente a esta Fundación y jamás pensé que me tocaría a mí pedir su ayuda. Gracias a la ayuda económica que recibo de ella, puedo contratar a una persona que me ayuda. Con eso y, gracias a mis hijas, puedo vivir”, señaló.

(SERVIMEDIA)
03 Dic 2021
STH/gja