El escrito de acusación sostiene que el 31 de octubre de 2018 E. T. L. accedió sobre las 15.00 horas a la Basílica del Valle de los Caídos, “ocultando en su ropa un bote de plástico con pintura de color rojo y un pincel”. Una vez en el interior del templo se dirigió a la parte posterior del Altar Mayor donde se estaba la tumba de Franco y, “con evidente desprecio hacia los sentimientos religiosos de los presentes y amparándose en su concepción socio-política de la sociedad”, realizó la pintada.

Los hechos tuvieron lugar mientras los niños de la Escolanía estaban accediendo al Coro y los sacerdotes celebrantes de la Eucaristía se dirigían al Altar Mayor, según el relato del ministerio público, por lo que “el acusado perturbó el normal desarrollo de la ceremonia religiosa puesto que hubo de retrasarse la celebración de la Eucaristía de las 11.00 horas de ese día”. Además, quedó cerrado el acceso al público mientras se realizó la limpieza de la lápida.

Estos actos fueron grabados por el acompañante del acusado, que al parecer desconocía sus intenciones. Las imágenes fueron después difundidas “ampliamente” por los medios de comunicación.

La Delegación de Patrimonio Nacional del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial ha aportado factura del importe de limpieza que asciende a 323,41 euros, así como acta de arqueo de la taquilla de entrada donde constan las devoluciones que tuvieron que hacerse, lo que asciende a una cantidad de 510 euros.