Pandemia

La mortalidad en la primera ola fue mejor estimada por el Sistema MoMo que por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica

MADRID
SERVIMEDIA

Una investigación llevada a cabo por científicas del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y del Ciber de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) confirma la utilidad del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) como herramienta para la vigilancia de la salud pública, y revela su mayor eficacia a la hora de estimar la mortalidad en la primera ola de Covid-19 respecto a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave).

Los resultados de su trabajo acaban de publicarse en la revista ‘Viruses’, y recogen los datos correspondientes a las tres primeras olas de la pandemia.

Desde 2004, el Centro Nacional de Epidemiología gestiona el sistema MoMo, que nació para monitorizar el impacto de las olas de calor en España sobre la mortalidad de la población.

Poco después, se consolidó como sistema de alerta de mortalidad diaria ante cualquier evento de importancia para la salud pública. Durante la pandemia de Covid-19, el panel MoMo ofreció estimaciones diarias de los excesos de mortalidad por todas las causas en coincidencia con la evolución de las diferentes olas pandémicas en España.

El estudio compara los excesos de mortalidad por todas las causas identificados por el sistema MoMo en las tres primeras olas pandémicas de Covid-19 en España con las muertes confirmadas por esta enfermedad obtenidas de la notificación universal de casos a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave).

Según sus conclusiones, MoMo detectó uno de los principales incrementos significativos de la mortalidad ocurridos en España en los últimos años, que coincidió con la aparición de la pandemia Covid-19, y fue capaz de proporcionar estimaciones de exceso de mortalidad por todas las causas por edad y región geográfica.

“A pesar de ser un sistema inespecífico que no permite establecer causalidad directa en el análisis de exceso de mortalidad, MoMo constituye una herramienta esencial de vigilancia a tiempo real, como sistema de alerta temprana para la acción en salud pública y para realizar estimaciones del impacto de diferentes eventos de salud en la mortalidad de la población”, apuntaron las autoras.

En concreto, los excesos de mortalidad identificados por MoMo en la primera ola fueron considerablemente mayores que las defunciones confirmadas por Covid-19 notificadas a la Renave.

La investigación destacó que la primera ola de Covid-19 produjo un exceso de mortalidad sin precedentes en España, que también se experimentó en muchos otros países europeos. Dicha diferencia se explica por la limitada capacidad diagnóstica de SARS-CoV-2 en España durante la primera ola pandémica, lo que dio lugar a una infranotificación de las defunciones debidas a Covid-19 en este periodo.

Las investigadoras indicaron que esta infranotificación fue común en otros países de nuestro entorno durante los primeros meses de la pandemia, y que también es un aspecto frecuente en otras enfermedades como la gripe, cuya carga de mortalidad debida a las epidemias estacionales gripales suele estimarse con modelos de excesos de mortalidad.

Además, las estimaciones MoMo no sólo se deben a muertes por Covid-19, sino también a la mortalidad indirecta de la pandemia, en la que factores como el aislamiento social, la dificultad de acceso a la atención médica y al sistema de salud, entre otros, pudieron haber contribuido a este incremento de fallecimientos. El exceso de mortalidad acumulado durante las tres primeras olas aumentó con la edad.

En concreto, el exceso de mortalidad en la primera ola estimado por MoMo fue 1,5 veces mayor que las muertes confirmadas por Covid-19 reportadas a Renave, aunque ambas estimaciones fueron similares en las siguientes olas pandémicas. Tanto el exceso de mortalidad estimado como las tasas de mortalidad confirmada por Covid-19 se distribuyeron geográficamente de forma heterogénea.

El estudio muestra también que las estimaciones MoMo y las defunciones notificadas por Covid-19 son similares en la segunda y tercera olas pandémicas y que, en ambos casos, la mortalidad resultó inferior a la estimada en la primera ola. Estos resultados se atribuyen a un posible ‘efecto cosecha’ que suele observarse después de producirse una mortalidad significativa entre personas mayores, cuya salud ya estaba comprometida. La mejora en los tratamientos y cuidados contra la enfermedad y el impacto de la vacunación en la población -que comenzó en España antes de la tercera ola pandémica- podrían haber contribuido también a esta menor mortalidad.

(SERVIMEDIA)
19 Dic 2021
AGQ/clc