Covid-19

El acaparamiento de vacunas por los países ricos podría provocar que se tiren 241 millones de dosis antes de que termine el año

MADRID
SERVIMEDIA

El acaparamiento de vacunas contra la Covid-19 por parte de los países más enriquecidos “revela el fracaso de la comunidad internacional y lo alejados que estamos de una adecuada gobernanza mundial de salud”, ya que 241 millones de dosis se tendrán que tirar si no se emplean antes de que finalice 2021, según denuncia el informe ‘La salud en la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria 2021’, que este martes presentaron las ONG Médicos del Mundo y medicusmundi

En el acto de presentación celebrado en Madrid participaron Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad y excooperante en África y América Latina; Carlos Mediano, presidente de medicusmundi Internacional; José Félix Hoyo, vicepresidente de Médicos del Mundo, Cruz Ciria, jefa del área de salud de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (Aecid) y Laura Celià, directora general de Cooperación de Baleares.

El estudio concluye que la crisis de la Covid-19 ha agravado el resto de los problemas de salud, lo que podría haber provocado que la mortalidad infantil pueda haberse incrementado un 42%.

Del informe, que en esta edición de 2021 cumple 20 años, se extraen otros datos. Por ejemplo, que la iniciativa Covax, creada para poder distribuir 2.000 millones de dosis en 92 países de bajos ingresos este año, solamente había repartido 330 millones hasta octubre, por lo que las organizaciones urgieron a suministrarlas a los países empobrecidos para limitar los riesgos de las variantes delta y ómicron y reducir la posibilidad de aparición de otras nuevas.

LA GLOBALIDAD DE LA SALUD

“Con esta pandemia hemos empezado a entender de verdad el concepto de la globalidad de la salud y la enfermedad. Por eso necesitamos fortalecer el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud, haciéndola mejor y más eficiente, pero sobre todo, dándole independencia económica, para que su actividad no esté sujeta a condiciones”, manifestó el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.

Hicieron hincapié en que la salud va progresivamente perdiendo peso en el conjunto de donantes internacionales de ayuda al desarrollo (AOD), recriminando que “más que nunca, si la salud es lo primero, es necesario mantener este sector como prioritario en la cooperación internacional a través de unos presupuestos adecuados, que la sitúen en torno al 15% del total de la AOD”.

"La inequidad es el mayor problema en salud mundial, como se ha vuelto a ver en el reparto de vacunas para la Covid 19. La cooperación sanitaria es uno de los pocos elementos que existen para luchar contra esta desigualdad y por lo tanto tiene que ser una política imprescindible”, afirmó Carlos Mediano, de medicusmundi.

(SERVIMEDIA)
14 Dic 2021
SDM/gja