Ciencia

El cáncer afecta más a mamíferos carnívoros que herbívoros

MADRID
SERVIMEDIA

El riesgo de padecer cáncer es más alto entre los mamíferos carnívoros que entre los herbívoros, mientras que no hay una correlación clara entre el tamaño y la esperanza de vida porque un elefante y un ratón tienen probabilidades similares de desarrollar algún tumor celular.

Ésta es la conclusión de un estudio realizado por un equipo de 12 investigadores pertenecientes a instituciones de Australia, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Hungría, México, Reino Unido o Rumanía, y publicado este miércoles en la revista ‘Nature’.

En ocasiones se tiende a hablar del cáncer como una enfermedad humana. Aunque afecta seriamente a la especie humana, no puede ignorarse que otros animales se enfrentan a la enfermedad y no sólo mascotas, sino también animales salvajes.

Sin embargo, hasta ahora se sabe poco sobre hasta qué punto los animales están expuestos a cánceres y con qué frecuencia se ve afectada su salud por esta enfermedad. Esto no es una sorpresa porque cualquier enfermedad grave en animales salvajes probablemente resultará en la muerte imposible de rastrear del ejemplar debido a la inanición o la depredación. Además, el cáncer es una enfermedad asociada a la edad, donde los individuos mayores son más propensos a desarrollar la enfermedad.

En consecuencia, el riesgo de cáncer en animales salvajes, donde rara vez se conoce la edad, es difícil de analizar. Con el fin de explorar con qué frecuencia los animales se enfrentan al cáncer, la nueva investigación se centró en los animales de zoológico, donde los individuos son seguidos a lo largo de sus vidas.

La investigación se centra en datos de 110.148 mamíferos pertenecientes a 191 especies y demuestra que el cáncer es una enfermedad extendida de los mamíferos y puede surgir en cualquier lugar a lo largo de la filogenia de esos animales.

La investigación también destaca que el riesgo de cáncer no se distribuye uniformemente a lo largo de la filogenia de los mamíferos. Por ejemplo, los carnívoros son particularmente propensos a verse afectados por el cáncer (por ejemplo, más de un 25% de las panteras nebulosas, los zorros orejudos y los lobos rojos mueren de esa enfermedad), mientras que los ungulados parecen consistentemente altamente resistentes a esta patología.

Esta investigación también trató de explorar si las diferencias en la dieta explican el patrón filogenético observado en el riesgo de cáncer. Los resultados indican que el consumo de animales, especialmente presas de mamíferos, aumenta el riesgo de cáncer en los mamíferos.

Los autores argumentan que el alto riesgo de cáncer en mamíferos carnívoros podría estar relacionado con su baja diversidad de microbiomas, ejercicio físico limitado bajo cuidado humano, infecciones virales oncogénicas u otros aspectos fisiológicos de los mamíferos carnívoros.

TAMAÑO Y EDAD

Por otro lado, el estudio también aborda una cuestión evolutiva. Los tumores son enfermedades de origen mutacional y las mutaciones suelen surgir durante la división celular. En consecuencia, es probable que los animales con cuerpos más grandes y una vida más larga que han sufrido una mayor división celular tengan un mayor riesgo de desarrollar tumores.

Esta teoría ha sido apoyada por varios estudios en humanos, por ejemplo, donde un mayor tamaño corporal (altura) se asocia con un mayor riesgo de cáncer.

Sin embargo, estas correlaciones no parecen mantenerse en todas las especies, ya que un elefante y un ratón tienen una probabilidad similar de desarrollar cáncer, a pesar de que difieren la esperanza de vida y el tamaño corporal de ambas especies. Esa discrepancia en el efecto del tamaño corporal y la esperanza de vida sobre el riesgo de cáncer se conoce como la paradoja de Peto.

Esta investigación proporciona ahora pruebas de que el riesgo de cáncer es en gran medida independiente de la masa corporal y la esperanza de vida en los mamíferos, así que ofrece una evidencia inequívoca de la validez de la paradoja de Peto. Este resultado apoya la afirmación de que la evolución ha creado mecanismos supresores de tumores cada vez más eficientes a lo largo de la evolución de longevidades prolongadas y/o tamaños corporales más grandes.

En general, el trabajo destaca que el cáncer podría representar una amenaza grave y significativa para el bienestar animal, y necesita una atención científica considerable, especialmente en el contexto de los recientes cambios ambientales causados por los humanos, según Fernando Colchero, de la Universidad de Dinamarca del Sur y coautor del estudio.

Además, una mejor comprensión del riesgo y la resistencia al cáncer en varias especies animales puede proporcionar grandes avances en la búsqueda de defensas naturales contra el cáncer y podría revolucionar la medicina contra la enfermedad.

Por ejemplo, el estudio de especies que son altamente resistentes al cáncer puede proporcionar información básica para el desarrollo de tratamientos biomiméticos naturales contra la enfermedad, que, contrariamente a la mayoría de los tratamientos contra el cáncer, no son tóxicos para el huésped.

(SERVIMEDIA)
22 Dic 2021
MGR/clc