La campaña, promovida por la Comisión, el Parlamento Europeo y la Secretaría de Estado para la Unión Europea, ha permitido a las instituciones europeas conocer la percepción que tiene la juventud sobre la movilidad europea y los motivos por los que los jóvenes españoles son reticentes a la hora de irse a otro país de la UE para ampliar su formación o experiencia laboral. Asimismo, ha permitido promover un mayor conocimiento de las oportunidades que ofrece el mercado laboral europeo y difundir los programas de movilidad que existen actualmente.

La iniciativa, desarrollada bajo el lema 'Yo no me paro', ha viajado entre los meses de abril y junio por diversas ciudades de España, en donde se han realizado jornadas de trabajo con una participación de más de 500 jóvenes y con un seguimiento en las redes sociales de unos 1.200 usuarios. Además, se han recogido las aportaciones de más de 3.400 jóvenes.

Las conclusiones de dichas jornadas fueron presentadas por el director de la representación de la Comisión Europea en España, Francisco Fonseca, y por el vocal asesor de la Secretaría de Estado para la Unión Europea Asís Moreno, quienes coincidieron en que el miedo a no ser bien recibidos en el país receptor, a no saber desenvolverse o a encontrarse con situaciones desconocidas son los principales temores que se plantean los jóvenes cuando deciden trasladarse a otro país.

DESCONOCIMIENTO DE LOS PROGRAMAS DE MOVILIDAD

Las jornadas han permitido ratificar que España sigue siendo uno de los países de la UE con menor porcentaje de movilidad juvenil: solo 17 de cada 1.000 estudiantes españoles se trasladan a otros países comunitarios, debido a un desconocimiento de los programas de movilidad.

“Esta campaña responde a una necesidad: dar a conocer las instituciones europeas y dar a conocer a los jóvenes españoles qué programas comunitarios están a su alcance para disfrutar de la movilidad formativa y laboral”, explicó Moreno.

Las conclusiones de la campaña han revelado también que los otros dos motivos por los cuales los jóvenes españoles no se van fuera son, además del miedo, la financiación y los idiomas. El 85% de los jóvenes españoles no ha salido al extranjero debido a que la aportación económica de las becas no les permite mantenerse en el país receptor, o por un desconocimiento del idioma. Los resultados de la campaña revelan una fuerte demanda de un incremento en las partidas de las becas, así como de una mejora en el sistema educativo para mejorar el nivel de idiomas.

Otras de las demandas que se plantean a las instituciones europeas son la ampliación del concepto “joven”, para que puedan beneficiarse de estos programas personas mayores de 30 años, y que los no titulados puedan tener las mismas oportunidades a la hora de trasladarse a otro país, reclamación que desde las propias instituciones ya han tenido en cuenta.

“Queremos conseguir que los jóvenes que no forman parte de las élites (académicas) puedan hacer intercambios en las empresas de fuera; como un Erasmus profesional para formación profesional”, señaló Fonseca.

En ese sentido, añadió lo enriquecedor que ha supuesto la campaña para la propia organización, ya que no solamente se ha informado a los jóvenes sobre las oportunidades que tienen fuera, sino que desde las propias instituciones han podido conocer todas las necesidades que tienen los jóvenes para seguir mejorando y seguir facilitando la movilidad.