En este centro, denominado El Pinar y que se puso en marcha en 2006, se desarrolla un "programa pionero", ya que no existe otro en ninguna comunidad autónoma, especializado en el tratamiento individualizado a este tipo de menores infractores.

En este centro se trabaja con menores que han cometido delitos contra la libertad sexual de otras personas, con el objetivo de impedir la reincidencia.

"Se trata de intervenir de una manera eficaz y pronta para que no vuelvan a cometer este tipo de delitos y para acabar con la reincidencia, que es más complicada que en otros delitos", señaló.

La Comunidad de Madrid aborda los problemas de los menores delincuentes con programas de intervención específicos para cada delito, entre ellos para agresores de sus padres, homicidas e inculpados por asesinato.