Rajoy hizo estas declaraciones durante su participación en un mitin en el castillo de Sotomayor (Pontevedra) junto al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, donde ambos arrancan tradicionalmente el curso político al final de cada verano.

"Hoy entra en vigor una medida dolorosa como la subida del IVA y me hago cargo de que es un sacrificio que llega en un momento complicado para muchos españoles", dijo. "Si hemos adoptado esta medida es porque es imprescindible y es la unica que podíamos tomar en una situación de grave caída de los ingresos públicos para mantener los servicios públicos".

Rajoy pidió que "nadie tenga la más mínima duda" de que no existía "otra alternativa" que subir el IVA del 8% al 10% y del 18% al 21% en los dos tipos principales, pero prometió que ambos volverán a bajar "a la situación anterior cuando las circunstancias económicas nos lo permitan". "Tened la absoluta certeza", remachó.

El presidente del Gobierno garantizó que "la subida del IVA no va a caer en saco roto" porque "estos ingresos sirven para que el Estado siga cumpliendo con los servicios a los ciudadnaos, sirven pagar pagar la sanidad, sirven para pagar la educación, sirven para pagar las infraestructuras, sirven para pagar las pensiones de los mayores, sirven para pagar el subsidio de los desempleados y sirven para mantener la solidaridad de nuestro país".

CUMPLIR CON EUROPA

Además, recordó la importancia de cumplir con los objetivos macroeconómicos fijados a España desde la Unión Europea e indicó que el incremento de impuestos que ha entrado en vigor este 1 de septiembre "sirve para cumplir nuestros objetivos de déficit público y, por lo tanto, sirve para sentar las bases de la recuperación económica". "Vamos a demostrar que somos un país serio y cumplidor", agregó.

Rajoy lanzó un mensaje de optimismo ante sus militantes del PP de Galicia, que ya han comenzado a preparar las elecciones autonómicas del próximo 21 de octubre, y sostuvo que "si empezaremos a recuperar la confianza como país será más barato financiarnos, será más fácil atraer inversiones y será más fácil crecer y crear empleo".

Reconoció que el curso político que comienza ahora "es muy duro para muchas personas" que lo están pasando mal y que tienen pocos recursos porque están sin trabajo, pero alegó que esta "situación dura no se va a sostener en el tiempo".

Rajoy presumió de que las medidas complicadas que están adoptando el Gobierno en ocho meses de mandato han servido para iniciar "el mayor proyecto reformista" de la democracia y, especialmente, para marcar "un plan claro y un rumbo fijo" en la salida de la crisis.

"Estos ocho meses son sólo el principio. Todas las medidas que ha adoptado el Gobierno podrán gustar más o menos, y sé que hay muchas que no gustan, pero dejan claro que este es un Gobierno que gobierna y que actúa con determinación y movido por los intereses generales de todos los españoles", añadió.

Asumió que "seguro que sí" hay mucha gente que le critica y que incluso le ha retirado su apoyo por las reformas emprendidas, pero se mostró orgulloso de sentar las bases para la recuperación económica y, sobre todo, de demostrar "decisión" y el "coraje" para resolver "un problema que no creó" su Ejecutivo.