Según la UFP, el 23-F “un señor vestido de guardia civil trató de derrocar el sistema político establecido democráticamente, entrando en el Congreso de los Diputados, máximo órgano de representación política, estandarte de libertad lograda. La nación respondió con firmeza”.

“El 25-S”, añadió este sindicato policial, “un grupo de radicales, amparados en una manifestación, trató de emular la ‘gesta’ de Tejero. La Policía, y en concreto un cuerpo de élite -las UIP-, respondió con profesionalidad”.

Respecto al dispositivo policial por el cerco al Congreso, la UFP dijo que “no hay más que discutir, ni juzgar, la actuación policial en el día de ayer fue correcta, nadie puede ultrajar nuestro estandarte de libertad”.

Estos representantes de los policías añadieron que las Fuerzas de Seguridad también sufren la crisis económica. “También nos cuesta llegar a fin de mes”, sostuvo la UFP, “también hemos sufrido recortes, nos solidarizamos con los motivos, no con las formas”.

“NADIE PUEDE IMPONER”

A juicio de este sindicato, “atacar directamente a las instituciones sólo conduce a una falta de libertades que ya sufrimos, y a la que no estamos dispuestos a volver. Nadie puede imponer sus ideas por la fuerza, el sistema democrático está establecido y todos debemos respetarlo, es el juego al que nos sometemos bajo la soberana idea de democracia”.

UFP concluyó que “cualquier manifestación es lícita cuando está amparada por la ley, es legítima cuando defiende intereses y propone cambios en beneficio de una comunidad, sin embargo; pierde toda razón cuando deviene en violenta y desde luego se convierte en ultra cuando ataca la Institución que tanto sacrificio ha costado crear: el Congreso”.

Este sindicato concluyó que la Policía Nacional “evitará cualquier ataque violento a las instituciones democráticas, esa es su función, respetar y mantener las garantías de libertad”.