Según informó el Instituto Armado, estas personas eran responsables de 11 residencias de ancianos repartidas por la provincia de Cádiz. Los imputados llegaron a retirar hasta 140.000 kilogramos del Banco de Alimentos con los que alimentaban a los residentes.

Los ancianos eran alimentados de esta forma pese a que se pagaban hasta 1.800 euros por una plaza privada en la residencia. Los arrestados también utilizaron las tarjetas sanitarias de 66 residentes fallecidos para retirar productos sanitarios a coste cero.

Los implicados en estas actuaciones están acusados de los delitos de estafa y usurpación del estado civil.

La operación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de unas supuestas irregularidades en la retirada de productos sanitarios en Cádiz, que se podían haber realizado con las tarjetas sanitarias de pacientes de residencias que habrían fallecido con anterioridad.

AYUDA OFICIAL

Las investigaciones de los agentes permitieron determinar que no se trataría de una trama organizada, sino de una coincidencia en la forma de gestionar estos centros. Las sospechas apuntaban a que se habrían retirado fármacos por importe de más de 9.000 euros, para lo cual se habrían utilizado tarjetas sanitarias de 66 residentes fallecidos. Para el esclarecimiento de este ilícito se contó con el apoyo de una un equipo de inspección de la Junta de Andalucía y del propio Banco de Alimentos.

Por otro lado, la segunda línea de investigación, determinó que 10 de las 11 residencias investigadas, proporcionaban a sus residentes comida procedente del banco de Alimentos de Cádiz, de donde llegaron a retirar 140.000 kilogramos de productos de primera necesidad.

Los responsables de estos centros de mayores cobraban hasta 1.800 euros por una plaza en las residencias que gestionaban. Además, los organismos que retiran productos del Banco de Alimentos se comprometen a repartirlos entre aquellas personas más desfavorecidas y necesitadas y no negociar con dichos productos.

Por este motivo, la Guardia Civil destacó que usar estos alimentos en residencias de ancianos “no se corresponde con el espíritu para el que se creó instituciones como el Banco de Alimentos”. Además, se da la circunstancia de la Junta de Andalucía pagaba parte de la estancia de los ancianos en estas residencias.