En el acto institucional en memoria de las víctimas del Holocausto, que se celebró en el Senado, Qerub reconoció que España no es antisemita, pero aseguró que en este país “aún subyace cierta judeofobia desde que se suprimió lo judío en 1492”, con la expulsión decretada por los Reyes Católicos.

En su opinión, el antisemitismo español actual está “retorcidamente empeñado en negar su existencia” y se disfraza de antisionismo, que a su juicio es el grado “más refinado de la judeofobia”.

“Todas las abominaciones morales de la judeofobia son recuperadas hoy por el antisionismo”, interpretó, definiendo a este último como la doctrina que “priva a Israel de lo que a culquier otra nacion se le reconoce, el derecho a defenderse de cualquier proyecto militar de destruirla”.

En su opinión, el antisemitismo piensa que a Israel “no le queda más remedio que dejarse aniquilar”. Por todo ello, concluyó, su existencia como Estado es “esencial para cualquier hombre libre”.

Tras Qerub habló el vicepresidente del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, Antonio Vázquez, quien urgió a conocer la Historia para no repetirla, denunció que “en la Europa del siglo XXI aún hay gitanos que sufren por su condición étnica” y celebró que el Parlamento Europeo se plantee declarar el 2 de agosto Día en Memoria de las Víctimas del Holocausto romaní, para que se reconozca la “realidad histórica del pueblo gitano”.