Estas organizaciones reclaman además en un comunicado que se hagan los esfuerzos necesarios para que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) complete la evaluación de riesgo de estas moléculas, ante las pruebas ya existentes de la alta toxicidad de dichos plaguicidas.

En su opinión, las medidas propuestas hasta ahora son insuficientes y debería incluirse la prohibición del uso de estas moléculas en pulverización en cualquier cultivo.

Al mismo tiempo, consideran que las autoridades europeas deben exigir a la industria que ponga a disposición de los agricultores otras alternativas e instrumentos de lucha contra las plagas que permitan avanzar en el desarrollo de una producción agrícola más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Según las tres organizaciones, la Comisión Europea está obligada a aplicar medidas concretas que eviten el creciente declive de las poblaciones de abejas y otros polinizadores en Europa, una vez probada la toxicidad de los plaguicidas sistémicos neurotóxicos. "Estas medidas de prevención y preservación de la cabaña apícola europea son fundamentales para garantizar que las abejas melíferas puedan seguir desempeñando su vital contribución a la polinización en los cultivos y en la mejora y el mantenimiento de la biodiversidad", subrayan.