En un comunicado, el sindicato se refería así a la última Encuesta de Población Activa (EPA), que muestra una reducción de empleo en el sector público de 71.400 personas en el primer trimestre.

Desde CSI-F indicaron que sigue “la tendencia a la destrucción de puestos de trabajo iniciada desde 2008, cuando comenzó la crisis” en el sector público.

El sindicato denunció un “plan premeditado” para cambiar el modelo de administración, “dejándola caer por su propio peso y externalizando los servicios estructurales a la empresa privada”: sanidad, vigilancia de las prisiones, hostelería, conductores, ordenanzas, limpieza.

“Todo ello se une a la caza de brujas que han sufrido los empleados públicos en sus carnes durante los últimos años, con el recorte de sus condiciones laborales y una injusta campaña de desprestigio”, agregaron.