Según informó el Instituto Armado, en esta red hay implicadas 31 personas, a las que se imputan diversos delitos, como suposición de parto, alteración de la paternidad, detención ilegal o falsificación de documentos públicos.

La Benemérita destacó que 12 de los investigados ya han fallecido y otros tienen edades muy avanzadas o se encuentran en mal estado de salud, hecho por el que no han sido detenidos. Además, tres de los integrantes de la trama eran personal sanitario y han fallecido. Asimismo, dos religiosas estaban relacionadas con los hechos investigados, una de ellas ya ha fallecido.

Al mismo tiempo, 14 personas han sido identificadas como víctimas, una de ellas madre gestante a la que le quitaron su hijo recién nacido. En total son 28 los casos de niños lactantes objeto de la trama esclarecida.

Todos estos bebés fueron introducidos en Melilla y trasladados posteriormente a la Península con documentación falsa, bajo la apariencia de ser hijos biológicos. Algunos de los niños habían nacido en la ciudad autónoma española y otros en el país alauita. En total son 14 los bebés que fueron comprados en territorio melillense en los años setenta y ochenta por cantidades que oscilaban entre los 1.200 y los 6.000 euros.

DENUNCIA DE AFECTADOS

La investigación se inició como consecuencia de dos denuncias interpuestas ante la Fiscalía General del Estado por la Asociación “Anadir” (Asociación de Afectados por las Adopciones Irregulares) a finales de noviembre de 2011.

Las pesquisas han permitido determinar que, entre las décadas de los setenta y ochenta, los implicados en la trama delictiva captaban a matrimonios que no podían tener hijos y se les presumía un alto poder adquisitivo.

Los miembros de la trama concertaban una cita con los matrimonios a cambio de una importante cantidad de dinero y los trasladaban a Melilla. Una vez allí, les hacían entrega de un bebé recién nacido, con un certificado de nacimiento expedido por un sanitario o les ponían en contacto con ellos para que se lo expidieran. De esta forma se podría inscribir a los recién nacidos en el Registro Civil como hijos biológicos.

Los implicados en la red obtenían a los recién nacidos de diferentes formas. En ocasiones, los conseguían en la propia ciudad de Melilla, donde contactaban con madres gestantes con escaso poder adquisitivo, que accedían a la entrega del bebé bajo la promesa de una vida mejor para él o simplemente a cambio de dinero.

MÉDICOS MARROQUÍES

Otras veces los niños procedían de Marruecos, donde la trama disponía de contactos con personal sanitario y trabajadores de hospitales de las localidades de Oujda y Nador, que facilitaban la entrega y traslado a Melilla de los recién nacidos. En Melilla se efectuaba físicamente la compraventa de los lactantes y se entregaba la documentación falsa a sus receptores, que los trasladaban a la Península con la cobertura legal de hijos propios.

La investigación partió de las denuncias interpuestas, constatándose que afectaban a Melilla y que las personas a investigar residían en Valencia. La fase documental ha conllevado el estudio de los registros de ingresos y maternidad de los hospitales de Melilla, centrándose la investigación en el año 1979 y, posteriormente, en múltiples Registros Civiles de diversas localidades peninsulares.

Los primeros resultados obtenidos se centraron en la coincidencia de determinadas personas, que como matronas o facultativos, coincidían en la participación de los hechos investigados y que pivotaban principalmente en tres hermanas nacidas en Tetuán (Marruecos).

Dos de estos sospechosos fijaron su residencia en Melilla y una tercera residía en Marruecos, donde cambió su nombre y apellidos. Este tercer investigado era el encargado de captar a las futuras madres en avanzado estado de gestación en ese país y el enlace con las enfermeras, auxiliares y trabajadores de los hospitales de Oujda y Nador.

La Guardia Civil destacó que la investigación ha sido muy laboriosa, debido a la lejanía de los hechos acaecidos; la falta de registros oficiales en muchos casos; y el fallecimiento de muchos de los implicados.

Además, las mujeres embarazadas que se captaban en Marruecos dispuestas a entregar a sus recién nacidos, en muchas ocasiones, daban a luz en domicilios particulares de Melilla o de su propio país de origen, sin la ayuda de personal sanitario, no constando registros oficiales de esos nacimientos.

NIÑAS MÁS CARAS

Se han investigado hasta 31 personas implicadas en la compra venta de recién nacidos, que ocupaban cada uno de ellos un rol distinto en la trama, bien como captadores, intermediarios, vendedores, compradores, suministradores o facultativos. Doce de ellas ya habían fallecido y otras tienen edades muy avanzadas o se encuentran en mal estado de salud. Tres de los integrantes de la trama eran personal sanitario, los tres han fallecido. Dos religiosas estaban relacionadas con los hechos investigados, una de ellas ya ha fallecido.

Como dato objetivo, se constata que la organización intervino en la compra de catorce recién nacidos que fueron vendidos por cantidades que oscilan, al cambio a día de hoy, entre los 1.200 y 6.000 euros. Las niñas eran las que adquirían un mayor valor al apreciar los integrantes de la trama que había mayor demanda por parte de los compradores.

Las personas investigadas han pasado a disposición judicial en calidad de imputados, no procediéndose a su detención por su avanzada edad o delicado estado de salud. Se les imputa a cada uno de ellos los delitos de suposición de parto, alteración de la paternidad, detención ilegal y falsificación de documentos públicos, en función de su participación. Algunas de estas personas cuentan con antecedentes policiales y judiciales.

La instrucción de la operación, que continúa abierta, ha recaído en el juzgado 2 de Melilla, que dispuso la investigación de los hechos denunciados a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de esa ciudad autónoma.