La asociación recomienda poner una valla con cierre de seguridad en las piscinas. De este modo, aunque los adultos no estén, los más pequeños no podrán caer dentro del agua. "Es la forma más segura de evitar accidentes cuando no hay nadie que vigile", según Francisco Canes, presidente de la asociación.

"La mitad de los menores víctimas de ahogamiento fueron vistos dentro de su casa la última vez antes de producirse el incidente. De hecho, cerca de un 77% de los fallecidos fueron perdidos de vista tan sólo cinco minutos, o menos, antes de encontrarlos flotando o sumergidos en el agua", alertó el presidente de Asociación DIA.

También recuerda el peligro de las bañeras, cubetas, etc. Si el niño es muy pequeño cualquiera de estos elementos puede ser causa de ahogamiento sin la debida vigilancia. Hay que tener en cuenta que los ahogamientos son causa de muerte o lesiones cerebrales irreversibles por hipoxia.

Por último, la organización da una serie de consejos para evitar los ahogamientos, como evitar los juegos peligrosos que conlleven golpes en el cuerpo o pérdidas de consciencia, enseñar a los hijos a nadar lo antes posible, usar correctamente los flotadores y manguitos, no lanzarse al agua en zonas donde se conoce su profundidad, vigilar los cortes de digestión y hacer caso de las recomendaciones de los socorristas y de las banderas en las playas.