En un auto dictado tras tomarle declaración, el magistrado afirma que Galván “carece de un mínimo de arraigo familar, social, económico, laboral o de otro tipo que neutralice la tentación de ponerse fuera del alcance del aparato judicial penal”.

Además, añade que “si bien ha facilitado una dirección como paradero, esta no es otra que la dirección de una amigo de nombre Ulpiano”. De esta forma, el juez no acepta la petición de la defensa para continuar en libertad. La defensa también ha pedido que no sea extraditado a Marruecos, basándose en el arraigo del pederasta en España.

Andreu recuerda “que pese a tener la nacionalidad española, el reclamado nació en Irak, (país) del que es natural, habiendo adquirido la nacionalidad española al casarse con un mujer española, de la que se encuentra divorciado”. Según el auto, Galván ha residido en diversos países, entre ellos Marruecos, donde fue condenado por pederastia, y su estancia en España no está asegurada.

DEMANDA DE EXTRADICIÓN

El magistrado advierte de que la medida “quedará sin efecto si no se formaliza la demanda de extradicción” por Marruecos “en el plazo de cuarenta días desde el día en que se produjo la detención”. El juez matiza que “las circunstancias en que se produjo ese indulto y su posterior anulación deberán ser analizadas un vez tenga entrada toda la documentación extradicional” prevista en el convenio hispano-marroquí.

Una vez se entreguen dichos documentos, será la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la que decida si el pederasta cumple su pena en España o si debe ser enviado a una cárcel de Marruecos. Mientras tanto, Daniel Galván permanecerá recluido en la prisión madrileña de Soto del Real.

El juez tomó esta decisión a instancias de la Fiscalía, que solicitó al magistrado la entrada en prisión de Galván mientras se resuelve el proceso de extradición, ante la gravedad de su condena y el posible riesgo de fuga.

NO QUIERE SER EXTRADITADO

En su declaración de tres cuartos de hora el pederasta, asistido por un abogado de oficio, se negó a ser extraditado a Marruecos y en su defensa intentó demostrar su arraigo en España afirmando que tiene amigos en el país y una propiedad a su nombre.

Galván, detenido este lunes en Murcia por agentes de la Policía Nacional, llegó sobre las 9.20 horas de este martes a la Audiencia Nacional en un furgón policial escoltado por otros dos coches de Policía. Después de esperar en los calabozos pasó a disposición del juez de guardia, el titular del Juzgado número 4, Fernando Andreu.

La detención de Daniel Galván por la policía española se produjo después de que el rey de Marruecos, Mohamed VI, revocara el indulto concedido por error al pederasta. El detenido cumplía una condena de 30 años de prisión en el país norteafricano por abusar sexualmente de 11 menores.

A mediodía del lunes, tras la revocación de la medida de gracia, las autoridades marroquíes emitieron una orden de detención internacional solicitando el arresto de Galván, que ya se encontraba en suelo español y que finalmente fue apresado en un hotel de Murcia por la Policía Nacional, que le seguía la pista desde hace algunos días.

Tras su arresto, Galván fue trasladado a los calabozos de la Jefatura Superior de la Policía de Murcia, desde donde partió de madrugada hacia Madrid.